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ROMANOS - El Señor es nuestra Justicia
Estudios en la Epístola de Pablo a los Romanos
PARTE 2 - La justicia de Dios es inamovible aun después del endurecimiento de los hijos de Jacob, Sus elegidos (Romanos 9:1-11:36)
3. Dios sigue siendo justo aunque la mayoría de Israel le haya rechazado (Romanos 9:6-29)

b) Dios escoge de quién tiene misericordia y endurece al que quiere endurecer (Romanos 9:14-18)


ROMANOS 9:14-18
14 ¿Qué, pues, diremos? ¿Qué hay injusticia en Dios? En ninguna manera. 15 Pues a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca. 16 Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia. 17 Porque la Escritura dice a Faraón: Para esto mismo te he levantado, para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado por toda la tierra. 18 De manera que de quien quiere, tiene misericordia, y al que quiere endurecer, endurece.

De la revelación del Señor a Moisés en Éxodo 33:19, nos damos cuenta de que Dios tiene autoridad para tener misericordia de cierta persona, y para seguir mostrándole misericordia, ya sea que esta persona haya pecado o no. Por lo tanto, la elección de Dios no depende de las obras del hombre, sino solamente de la misericordia del Omnipotente; y la salvación del hombre significa su justificación sin mérito, debido a la gracia infinita de Dios.

También leemos lo mismo en Éxodo 9:16. El santo Señor dijo a Faraón, el mediador, quien estaba lleno de los espíritus de Egipto: “Y a la verdad yo te he puesto para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado en toda la tierra”. Esta revelación divina inspiró a Pablo para escribir: “De manera que de quien quiere, tiene misericordia, y al que quiere endurecer, endurece”. (Romanos 9:18).

Esto es justo a causa de la santidad de Dios. No obstante, Dios no es un dictador, sino que desea que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad (Romanos 11:32; 1 Timoteo 2:4; 2 Pedro 3:9). Si alguien ha abierto su corazón a espíritus opuestos a Dios, o si desciende de una familia, un clan o un pueblo lleno de pensamientos en contra de Jesús, se comprende que Dios permita que tal líder maligno se oponga a sus órdenes de forma evidente; pero también Dios puede mostrar su eterno poder con relación a este líder maléfico.

En respuesta al versículo ya mencionado de Pablo, algunos dicen que el Islam adopta la idea de que Dios confunde a quien quiere, y guía a quien quiere, puesto que Dios, siendo santo, tiene el derecho de confundir a todos los hombres, dado que no hay ninguno justo. Sin embargo, Dios no se comporta de esta manera, como dicen algunas religiones, porque tiene misericordia de todo el mundo, y todos cuantos aceptan a Cristo participan de su propia elección, porque Cristo es el único que no pecó nunca.

Pero el que se ata al diablo, el padre de mentiras, y ama al dinero más que a Dios, no debe sorprenderse si el Santo Ser permite que caiga totalmente, y sea incapaz de entender la Palabra de Dios, tal como dice Jesús en el evangelio de Juan (8:43-45). Dios es libre para tomar esta decisión; no obstante, el hombre participa en la decisión, dependiendo de si se ha arrepentido con sinceridad o no.

Para clarificar este punto al lector, hacemos constar que Pablo dirigió estas reflexiones no a los gentiles, sino a los judíos de Roma, para deshacer el endurecimiento de sus corazones. Les explicó que Dios podía confundirles, a pesar de haberles escogido, si no abrían sus corazones a su dirección por medio del evangelio de Cristo.

ORACIÓN: Oh Padre celestial, te adoramos porque tú nos escogiste a nosotros, pecadores; somos elegidos en Cristo Jesús, y nos otorgaste el derecho de ser hijos tuyos, aunque no somos dignos de tu elección. Te alabamos y te glorificamos por tu misericordia sin fin, y te damos gracias de todo corazón porque no endureciste nuestros corazones ni nos rechazaste, a pesar de nuestros pecados, sino que nos atrajiste a ti mismo con cuerdas de amor inmensurable.

PREGUNTAS:

  1. ¿Por qué no hay ningún hombre digno de ser elegido por Dios? ¿Por qué hemos sido elegidos nosotros?
  2. ¿Por qué endureció Dios el corazón de Faraón? ¿Cómo se manifiesta el endurecimiento de personas, clanes y pueblos?

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