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JUÁN - La Luz Resplandece En Las Tinieblas
Estudio en el Evangelio de Cristo según Juan
PARTE 1 - El Resplandor De La Luz Divina (Juán 1:1 - 4:54)
B - Cristo Guía A Sus Discípulos De La Esfera Del Arrepentimiento A La Alegría De Las Bodas (Juán 1:19 - 2:12)

3. Los seis primeros discípulos (Juan 1:35-51)


JUÁN 1:43-46
43 Al día siguiente, Jesús decidió salir hacia Galilea. Se encontró con Felipe, y lo llamó: —Sígueme. 44 Felipe era del pueblo de Betsaida, lo mismo que Andrés y Pedro. 45 Felipe buscó a Natanael y le dijo: —Hemos encontrado a Jesús de Nazaret, el hijo de José, aquel de quien escribió Moisés en la ley, y de quien escribieron los profetas. 46 —¡De Nazaret! —replicó Natanael—. ¿Acaso de allí puede salir algo bueno? —Ven a ver —le contestó Felipe.

En los versículos anteriores leemos que los acontecimientos ocurrieron en cuatro días consecutivos. El primero vino una delegación de Jerusalén; el segundo Juan proclamó a Jesús como el Cordero de Dios; el tercero Jesús reclutó a cuatro discípulos; el cuarto día, llamó a Felipe y a Natanael al círculo de discípulos.

Fue Jesús quien buscó a Felipe. Sin duda, Felipe había oído antes del Bautista que Jesús estaba entre ellos. Se sorprendió cuando el Bautista señaló a Jesús como el Cordero de Dios. Felipe no se atrevió a acercarse a Jesús. Deseaba conocer al Señor, pero se consideraba incapaz de estar en comunión con lo divino. Por ello, Jesús se dirigió a él, le quitó los temores y le ordenó que se levantara y le siguiera.

Jesús tenía derecho a elegir a los hombres para sí, porque los había creado, amado y redimido. No somos nosotros los que elegimos aceptarlo, sino que Él nos ve primero; nos ha buscado, encontrado y llamado a su servicio.

No hay seguimiento sin llamado, no hay servicio útil sin una orden de Cristo. Quien sirve sin ser seleccionado para la tarea en el Reino de Dios, se perjudica a sí mismo y a los demás. Pero quien escucha a Cristo y obedece con prontitud, gozará del tierno cuidado de Cristo. Jesús será responsable de él en todo momento.

Felipe no tardó en salir a evangelizar; al encontrar a su amigo Natanael le dio la buena nueva; expresándola en el mensaje de la Iglesia: "¡Hemos encontrado al Mesías!"; no, "yo he encontrado", pero se incluyó humildemente en la confesión de la Iglesia.

Parece que Jesús informó a estos discípulos sobre el curso de su misión. José fue su padre por adopción que lo crió. Jesús no dice nada sobre su nacimiento en Belén. En este momento los discípulos no sabían nada de ese acontecimiento.

Natanael era experto en las Escrituras. Así que escudriñó los libros de Moisés y de los Profetas, y se enteró de las promesas que apuntaban a Cristo, sabiendo que el que vendría nacería en Belén, del linaje de David, y sería Rey sobre su pueblo. A Natanael le costó aceptar el hecho de que el Mesías nacería en una pequeña ciudad que ni siquiera figuraba en el Antiguo Testamento, y a la que no se vinculaba ninguna profecía. Natanael recordó que fue el escenario de una rebelión zelote de patriotas y entusiastas religiosos contra Roma. La revuelta fue aplastada y se derramó mucha sangre.

Estos hechos no preocupaban a Felipe. Su alegría había sido grande al descubrir a Cristo. Su entusiasmo superó las dudas de Natanael. Le dijo, cortando cualquier argumento: "Ven y verás". Este lema para la evangelización se basa en la experiencia de la verdad, y conduce a ella: "Ven y ve". No discutas sobre Jesús, sino experimenta su poder y su comunión. Nuestro testimonio no se basa en pensamientos imaginarios, sino en una Persona, que es verdaderamente el Señor.

ORACIÓN: Querido Señor Jesús, gracias por tu alegría que llena nuestros corazones, nos mueve en la belleza de tu comunión para llevar a otros hacia ti. Danos el deseo de predicar con amor paciente, y perdona todo temor, dilación y vergüenza que tengamos, proclamando tu nombre con valentía.

PREGUNTA:

  1. ¿Cómo proclamaron los primeros discípulos el nombre de Jesús a los demás?

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