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13. ¿Amas de verdad a nuestro Salvador Jesús?
Querido amigo, si has reflexionado con nosotros sobre el amplio alcance de la salvación de Dios, es probable que te hayas dado cuenta de que la redención para todo el mundo ya está completa. Cada persona tiene la plena oportunidad de experimentar esta maravillosa salvación y vivir cada día en el poder del Espíritu Santo.
Tal vez te hayas percatado de que la salvación no es el único tema de este folleto. Todos los asuntos relacionados con la fe y la vida espiritual se fundamentan en la singularidad de Jesucristo. Deseamos glorificar a Aquel que realmente ha salvado a todos. No hay salvación sin el Salvador Jesucristo.
¿Has descubierto el amor y la majestuosidad de Jesús? ¿Has oído su voz compasiva y tierna en el Evangelio? ¿Has comprendido su paciencia y su poder para perdonar los pecados del mundo? Ningún ser humano puede comprender la magnitud del amor de Cristo, que está lleno de pureza y santidad. Él se llamó a sí mismo Hijo del Hombre, pero es también Hijo de Dios. Se humilló a sí mismo, dejó su gloria y se manifestó en la carne para que naciera un Hombre sin pecado. Solo Él era digno de reconciliar al mundo con Dios. Él nos dio el derecho de ser adoptados por Dios y el don de la vida eterna.
El Dios todopoderoso ha confiado a Jesús vivo toda autoridad en el cielo y en la tierra, sabiendo que su Hijo humilde y manso nunca usará este poder para exaltarse, sino que redimirá a todos los que deseen ser redimidos.
Querido amigo, si aún no has aceptado a Cristo, te invitamos AHORA a venir al Salvador. Él te espera, personalmente, más ansiosamente que un padre espera a su hijo perdido.
Si eres uno de los salvados que vive en el poder de Cristo, agradécele y únete a la difusión de las Buenas Nuevas de la salvación por todas partes, porque todos los servicios misioneros dedicados son el agradecimiento de los redimidos ofrecido a su amado Salvador.