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12. La parábola de las vírgenes prudentes y las insensatas (Mateo 25:1-13)
MATEO 25:1-5
1 »El reino de los cielos será entonces como diez jóvenes solteras que tomaron sus lámparas y salieron a recibir al novio. 2 Cinco de ellas eran insensatas y cinco, prudentes. 3 Las insensatas llevaron sus lámparas, pero no se abastecieron de aceite. 4 En cambio, las prudentes llevaron vasijas de aceite junto con sus lámparas. 5 Y como el novio tardaba en llegar, a todas les dio sueño y se durmieron. (Lucas 12:35-26, Apocalipsis 19:7)
En la costumbre judía, la novia esperaba que el novio llegara a ella acompañado de sus amigos, tarde en la noche. La novia estaba acompañada por sus damas de honor (vírgenes), quienes se preparaban y esperaban al novio. Al acercarse el novio, salían con lámparas en las manos para iluminar su camino hacia la casa, con ceremonia y formalidad, de modo que él pudiera entrar con gran alegría en las santas celebraciones.
Algunos especulan que en estas ocasiones había diez damas de honor. Esta especulación se basa en el hecho de que los judíos nunca realizaban una reunión en la sinagoga, una circuncisión, la Pascua o un matrimonio a menos que al menos diez personas estuvieran presentes. Boaz, cuando se casó con Rut, tuvo diez testigos (Rut 4:2).
El reino de Dios se compara con diez vírgenes, cinco de ellas prudentes y las otras insensatas. Las diez fueron elegidas. Todas recibieron al Espíritu Santo, se vistieron con las vestiduras nupciales del perdón de Cristo y esperaron al Hijo de Dios. Todas creyeron en Cristo y lo esperaron.
Sin embargo, así como el novio no llega durante el calor del mediodía, sino tarde en la frescura de la noche, Cristo tampoco vendrá en tiempos de prosperidad de la iglesia, sino durante la noche de persecución. Como leemos en la parábola, las diez vírgenes se quedaron dormidas porque habían estado celebrando durante largas horas antes de que el sueño las venciera. Así, tanto los cristianos prudentes como los insensatos se adormecerán mientras esperan. El Hijo de Dios no vendrá cuando se le espere. Esta es nuestra debilidad en la esperanza. No perseveramos en esperar a Cristo, sino que perdemos la esperanza, olvidamos y nos dormimos. Las iglesias que están adormecidas en estos últimos días son como las damas de honor que se cansaron y durmieron cuando llegó la oscuridad. ¡Es sorprendente que Cristo no reprendiera su somnolencia, sino que la anticipara, sabiendo que la larga espera, la falta de iluminación y la tentación pesan sobre todos los creyentes!
Sin embargo, hay una gran diferencia entre las iglesias dormidas del fin de los tiempos. Algunas están llenas del Espíritu Santo y otras están vacías. El aceite en la parábola representa al Espíritu Santo, y la mecha es la Palabra de Dios, ya que el poder del Espíritu viene a nosotros a través de la Palabra de Dios y nos ilumina.
Fue insensatez de las vírgenes no estar completamente preparadas: tomaron sus lámparas, pero llevaron poco aceite consigo. Tenían solo el suficiente para que sus lámparas ardieran en ese momento y para aparentar que se preparaban para encontrarse con el novio. No llevaron suficiente aceite para el caso de que el novio tardara en llegar. Tenían una lámpara de apariencia en sus manos, pero les faltaba un depósito de conocimiento sólido y fidelidad necesarios para resistir la presión y la prueba de la nueva situación en la que se encontraban. Actuaron bajo la influencia de incentivos externos, pero carecían de vida espiritual.
La pregunta evidente para todas las iglesias es: "¿Estás llena del poder del Espíritu de Dios y la palabra de Dios, o confías en tradiciones, rituales, comités, contribuciones y donaciones?" Las doctrinas, esfuerzos y tesoros terrenales están vacíos del poder para iluminar, ya que solo el poder del Espíritu Santo trae iluminación divina y eterna a nuestros corazones.
Querido amigo, ¿lees continuamente la Palabra de Dios para tu edificación y la aprendes de memoria? ¡Ánimo! Un estudio profundo te dará poder para superar muchas pruebas en este mundo.
ORACIÓN: Señor Jesucristo, perdónanos si te hemos olvidado y nos hemos ocupado en otros asuntos. Perdona a las iglesias y grupos si han dedicado su atención a los problemas diarios y han descuidado tu inminente regreso. Ayúdanos a entender y aferrarnos a tus promesas, y a compartirlas con otros para que puedan ser consolados con tus palabras, recibir el perdón, ser avivados por el Espíritu Santo y aprender paciencia y esperanza. Ten misericordia de nosotros para que podamos ser prudentes, no insensatos.
PREGUNTA:
- ¿Cuál es la diferencia entre las vírgenes prudentes y las insensatas?