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10. Cristo te liberará del egoísmo para servir a los demás
Sé fuerte en el Señor y en su poderoso poder. Acepta el ejemplo de nuestro Señor Jesús para servir a otros de manera práctica bajo la guía de su amor. Renuncia a tus propios intereses y no te preocupes solo por tu propia familia. Reconoce y descubre a las personas que te rodean; necesitan tu ayuda. Sirve con alegría en el Señor. Todo creyente maduro encuentra en nuestro gran Maestro el mejor ejemplo de servicio a los demás. Cristo dijo:
¿Te has dado cuenta del asombroso hecho de que Cristo nunca solicitó dinero por sus diversos servicios? Él servía a la gente día y noche y se sacrificaba para redimir a los pecadores. Este continuo servicio a personas indignas se convirtió en la marca de los discípulos de Cristo. No esperan recibir ayuda, sino que siguen su ejemplo al entregarse por los demás, tanto en palabras como en acciones y oraciones. El amor de Cristo los guía.
Jesús declaró:
El Espíritu Santo guía a los seguidores de Cristo para cumplir este mandamiento divino. ¡Qué privilegio es llevar las buenas nuevas de la salvación a los perdidos! Un corazón lleno de alegría y gratitud no puede quedarse en silencio, sino que habla y testifica de lo que el Señor ha hecho por él. Pedro, el primero de los apóstoles, se presentó ante el tribunal religioso de su época después de que se les ordenara a los discípulos de Cristo que dejaran de predicar y enseñar en el nombre de Jesús:
¿Cómo puedes dormir tranquilo y descansar sabiendo que tus amigos y familiares están condenados bajo la ira de Dios? Puede que todavía estén espiritualmente muertos en sus delitos y pecados. ¿Por qué no les anuncias las buenas nuevas de la salvación en Cristo? La luz de Dios en tu mente y el poderoso amor de Cristo en tu corazón deberían impulsarte a avanzar y dar testimonio de tu Salvador Jesucristo para que ellos también puedan ser salvos y no permanezcan en perdición.
Un estudiante musulmán de secundaria en Casablanca, Marruecos, comenzó a amar a Cristo y a creer en su salvación. Este estudiante quedó tan impresionado por la personalidad de Jesús y estaba tan entusiasmado con su poder que compró treinta y cinco Nuevos Testamentos para regalárselos a cada estudiante de su clase. El Espíritu Santo nos guía y nos motiva a ser testigos sabios para muchas personas.
Jesús prometió a sus discípulos:
Tal vez descubras que no todos están dispuestos a escuchar el Santo Evangelio. Muchos rechazan al Salvador crucificado y desprecian su cruz. No saben lo que hacen. En tales casos, solo tienes dos formas de acercarles la salvación divina: ora continuamente por aquellos que rechazan a Cristo o sírveles en silencio. Durante mucho tiempo, se prohibió oficialmente difundir la Palabra de Dios en China, el país más poblado del mundo. Pero los creyentes llevaron a muchos ateos a Cristo a través de su testimonio silencioso y su servicio paciente. Los ateos sintieron un poder extraordinario y vieron el amor de Dios en acción en la vida de estos cristianos. Esto nos enseña que nuestro testimonio para Cristo no se basa solo en palabras, sino que el Espíritu de Cristo también habla a través de una vida santa.
Una estudiante de medicina en El Cairo escribió una carta que decía: "No puedo hablar de mi nueva fe en casa porque soy una mujer. Mi familia sigue estrictamente la religión y las tradiciones de nuestros antepasados. Por favor, oren por mí para que pueda vivir una vida santa, manteniéndome humilde y sin quejarme en casa, para que mi familia pueda sentir cómo el amor del Espíritu Santo actúa en mi debilidad”. Esto es exactamente lo que el Señor Jesús dijo a sus discípulos:
¿Te das cuenta de que el Espíritu de Cristo está listo para producir en ti frutos hermosos y divinos? El apóstol Pablo escribió a los gálatas diciendo:
Reflexiona sobre cada expresión de este versículo dorado y pide a Dios que lo haga realidad en tu vida. Aprovecha la oportunidad de recibir todos estos frutos del Espíritu Santo. Entonces vivirás con alegría y paz toda tu vida.