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19. La organización de la Iglesia y la elección de los siete diáconos (Hechos 6:1-7)
HECHOS 6:1-7
1 En aquellos días, al aumentar el número de los discípulos, se quejaron los judíos de habla griega contra los de habla aramea de que sus viudas eran desatendidas en la distribución diaria de los alimentos. 2 Así que los doce reunieron a toda la comunidad de discípulos y les dijeron: «No está bien que nosotros los apóstoles descuidemos el ministerio de la palabra de Dios para servir las mesas. 3 Hermanos, escojan de entre ustedes a siete hombres de buena reputación, llenos del Espíritu y de sabiduría, para encargarles esta responsabilidad. 4 Así nosotros nos dedicaremos de lleno a la oración y al ministerio de la palabra». 5 Esta propuesta agradó a toda la asamblea. Escogieron a Esteban, hombre lleno de fe y del Espíritu Santo, y a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas y a Nicolás, un prosélito de Antioquía. 6 Los presentaron a los apóstoles, quienes oraron y les impusieron las manos. 7 Y la palabra de Dios se difundía: el número de los discípulos aumentaba considerablemente en Jerusalén, e incluso muchos de los sacerdotes obedecían a la fe.
A medida que el número de discípulos crecía, comenzaron los problemas de caridad, que requerían una organización de la iglesia. Nuestra lección de hoy nos enseña cómo resolver problemas delicados en nuestra iglesia. El asunto involucraba cuatro problemas, y el Espíritu Santo guió a los creyentes a seis maneras de resolverlos:
En aquella época, no se permitía a las viudas, en Oriente Medio, trabajar fuera de sus casas. Por ello, los cristianos de origen judío organizaron el servicio de ayuda a aquellas mujeres que no podían volver a casarse tras la muerte de sus maridos, bien por su incapacidad, por enfermedad o por no tener ningún hijo que las cuidara. La Iglesia primitiva preparaba una mesa de comedor para la viuda creyente que se unía a ella. Y los apóstoles que velaban por el fondo común se encargaban al mismo tiempo de preparar la mesa de comedor de la mejor manera posible.
En la Iglesia Primitiva se reunían judíos que hablaban arameo, que creían en Cristo, y que no abandonaron Palestina, sino que permanecieron en su tierra natal. También había un número considerable de judíos helenistas (griegos), que no sabían hablar ni arameo ni hebreo, sino griego. Aquellos eran extraños en su propio país, pues no podían pronunciar el arameo con facilidad, y por lo tanto no podían entenderse fácilmente. Así, las viudas preocupadas de los judíos helenos no gozaban de una atención completa, aunque los cristianos del extranjero, como Bernabé y otros, habían contribuido con mucho dinero para la ayuda a los pobres.
Los apóstoles estaban preocupados por los sermones, las oraciones, las predicaciones, las reuniones, las visitas a las casas, las curaciones, el control del fondo común y la defensa de su fe, de modo que no tenían tiempo ni capacidad suficientes para llevar a cabo todas estas obligaciones con precisión y perfección. Así que descuidaban a las viudas que no podían expresar sus necesidades en arameo. Incluso hoy en día seguimos encontrando obispos y ministros preocupados por las responsabilidades seculares y espirituales, e incapaces de llevar a cabo ninguna de ellas con precisión.
Sin embargo, gracias a Dios, los creyentes de aquella época se hablaban con franqueza. Y cuando el problema no se resolvió debido a la preocupación agravada, comenzó una gran queja en la iglesia de que la unión de amor estaba a punto de romperse.
Entonces los apóstoles se dieron cuenta de que no podían desempeñar todas las funciones en la iglesia, sobre todo porque el número de los miembros no dejaba de crecer, pero necesitaban urgentemente ayudantes en el servicio que fueran poderosos en toda buena acción. El Espíritu Santo les guió para que no eligieran para los cargos a ninguno de sus amigos y parientes, ni a los miembros de la familia de Jesús, y les encomendaran la compra, la preparación de la comida y el servicio de las mesas. Sin embargo, convocaron a toda la iglesia y pidieron al grupo de creyentes que eligieran a siete hombres que se encargaran de este servicio.
¿Cómo demostraron los apóstoles la necesidad de esta selección?
Ellos dijeron: "No podemos predicar como se requiere. La oración y la palabra de Dios están por encima del alimento. No sólo de pan vive el hombre, sino que el hombre vive de toda palabra que sale de la boca del Señor". Con este dicho, los apóstoles aclararon que la oración era más importante que la enseñanza y la predicación. Comprendamos, por fin, la necesidad de orar antes de hablar, ya que, de lo contrario, toda nuestra enseñanza y predicación será inútil. ¿Oras continuamente?
¿Quiénes son los que están calificados para el servicio de la caridad? Son aquellos que están llenos del Espíritu Santo y de sabiduría. La primera condición es el segundo nacimiento, la fe, el amor, la paciencia, la esperanza, el poder de la oración y el fervor en la predicación que brota de la plenitud del Espíritu Santo. La segunda característica indica la experiencia en la vida, la sabiduría en el trato con la gente, la capacidad de administrar el dinero y la destreza en la compra y en la preparación de la mesa. De esta forma, la condición de servicio en la iglesia tiene dos partes: Primero, amor abundante por la fe en Cristo, y excesiva humildad. Segundo, experiencia en el servicio correspondiente, y conocimiento y sabiduría en el trato con las personas a las que se sirve.
Como resultado de la elección en la que no participaron los apóstoles, la iglesia eligió por unanimidad a siete hombres llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, mientras que los apóstoles oraron para que Jesús eligiera a los hombres aceptados por él para servir en la distribución del pan entre las viudas en espíritu y verdad. Al revisar los nombres, encontramos que la mayoría de ellos eran de los griegos o judíos helenistas, pues tenían nombres griegos y no hebreos. Leemos sobre todo acerca de Esteban y Felipe. Aquí también leemos, por primera vez, el nombre de Antioquía, que se convirtió a partir de entonces en el centro de la evangelización, ya que Nicolás, que era un gentil que se había convertido al judaísmo antes de hacerse cristiano, y Lucas, el evangelista, procedían de esta iglesia. A partir de entonces encontramos en los Hechos de los Apóstoles el efecto principal de los judíos helenistas que creyeron en Cristo en el desarrollo de la difusión del evangelio, pues Pablo fue uno de esta elección.
Después de la elección, la iglesia presentó a los hombres seleccionados a los apóstoles para que pusieran sus manos sobre sus cabezas, y el poder dotado a los apóstoles pudiera darse a los hombres recién autorizados. Esos siete ya habían recibido el Espíritu Santo y estaban llenos de él. Pero los creyentes sabían que un poder especial había habitado en los apóstoles, y por eso la iglesia pidió a los apóstoles que consagraran a los hombres elegidos en sus cargos. Este nombramiento tuvo lugar en armonía entre los apóstoles responsables y toda la iglesia. Todos oraron para que el Señor diera poder a sus siete siervos mediante la imposición de manos de los apóstoles. El servicio de los apóstoles no se consideraba más elevado que el de los diáconos, pues todos tenían un mismo Señor y estaban llenos del mismo Espíritu Santo. Pero los pocos apóstoles no podían realizar algunas de las obras apostólicas. De hecho, el servicio de los diáconos no se limitaba a servir la sopa, sino que Esteban, por una parte, llegó a ser un gran testigo de Cristo, y después de un tiempo el primer mártir del cristianismo; y Felipe, por otra, bautizó al eunuco de Etiopía después de predicarlo con el poder del Señor. Vemos que los diáconos no sólo se dedicaron a las obras de caridad, sino que también dieron un impresionante testimonio de Cristo.
El número 3 aparece aquí como símbolo del cielo, y el número 4 como de la tierra. Y mientras que los apóstoles eran 12, es decir, 3 х 4 por lo tanto, el número de diáconos se convirtió en 7, es decir, 3 + 4, lo que indica que de ambas maneras el cielo estaba unido a la tierra en los elegidos de Cristo.
La organización de esta obra produjo un crecimiento en la iglesia que la palabra se hizo palpable en los creyentes. El evangelista pudo decir: "La palabra de Dios se difundió", pues el número de creyentes en Jerusalén aumentó, aunque el alto consejo había impedido el testimonio en nombre de Jesús, y los doce apóstoles aún tenían las marcas de los dolorosos azotes en sus espaldas.
Lo sorprendente es que muchos de los sacerdotes se sometieron a Cristo, aunque los sumos sacerdotes eran los peores enemigos de la iglesia. Pero el Espíritu Santo se hizo muy evidente en los seguidores de Cristo hasta el punto de que los sacerdotes más cautelosos no se cerraron más contra el poder del amor de Dios, sino que se convirtieron y obedecieron el mensaje del evangelio. Estuvieron a punto de correr peligro en su oficio a causa de su nueva fe. Sin embargo, el llamado de Cristo les llegó, y se sometieron sinceramente a él, que resucitó de entre los muertos, y se hicieron obedientes a la nueva fe.
Querido hermano, ¿entendiste las buenas noticias del evangelio? ¿Recibiste el llamado de Dios? ¿Obedeciste la atracción del Espíritu Santo? Comprométete con Cristo en oración, porque él dio su vida por ti antes de que lo conocieras.
ORACIÓN: Oh Señor Jesús, te damos gracias porque eres el Salvador del mundo. Restauras a los pecadores, conduces a tu iglesia al triunfo en Cristo, y das a los creyentes nuevas lenguas con las que glorificas tu nombre para que muchos vengan a unirse a la congregación de tu amor. Llama a muchos de los que se extravían a tu comunión eterna.
PREGUNTA:
- ¿Cómo dispuso Jesús, en su Espíritu, la elección de los siete diáconos? ¿Qué significa esto para nosotros hoy?
PRUEBA - 2
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- ¿Cuál es el significado de la afirmación: "En el nombre de Jesucristo de Nazaret"?
- ¿Qué significa la fe en el nombre de Jesús de Nazaret?
- ¿Cuál es el propósito de la historia de la humanidad?
- ¿Qué significa la reunión entre el Alto Consejo y los dos apóstoles?
- ¿Qué señala el discurso de Pedro ante los sumos sacerdotes?
- ¿Por qué la salvación de todo el mundo se centra sólo en el nombre de Jesús?
- ¿Por qué es necesario y esencial para el Espíritu Santo hablar la palabra de Dios?
- ¿Cuál de los diez caracteres de la comunidad cristiana primitiva consideras que es el más importante para poner en práctica en tu vida?
- ¿Por qué el Espíritu Santo llevó a Ananías a la muerte instantánea?
- ¿Cuál es el deber espiritual de los cónyuges entre sí?
- ¿Cuál era el misterio de la caridad en la Iglesia primitiva?
- ¿Cuál es el significado de la orden del ángel a los apóstoles encarcelados?
- ¿Qué puntos de la defensa de los apóstoles contra los jueces te han gustado?
- ¿Qué señala el juicio del Alto Consejo con respecto a la continuidad de la iglesia cristiana?
- ¿Cómo dispuso Jesús, en su Espíritu, la elección de los siete diáconos? ¿Qué significa esto para nosotros hoy?
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