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17. Jesús es entregado al gobernador (Mateo 27:1-2)
MATEO 27:1-2
1 Muy de mañana, todos los jefes de los sacerdotes y los líderes religiosos del pueblo tomaron la decisión de condenar a muerte a Jesús. 2 Lo ataron, se lo llevaron y se lo entregaron a Pilato, el gobernador.
Pedro negó a su Señor, y los demás discípulos estaban dispersos y abatidos. La obra de Jesús parecía haber fracasado.
Más tarde esa noche, el comité de investigación informó a los líderes judíos que no habían estado presentes en la primera audiencia de Cristo sobre lo sucedido. Estos sacerdotes, escribas, juristas, ancianos y dirigentes se apresuraron a ver a Jesús y sentenciarlo a muerte. Los romanos les prohibían ejecutar la pena capital, por lo que decidieron entregar al “Rey” en manos de los despreciados gentiles. Querían humillarlo ante el pueblo. Razonaban que, si no podía salvarse del poder romano, entonces no era el Cristo esperado, aquel que traería el reino de Dios y triunfaría sobre todo mal.
ORACIÓN: Señor Jesucristo, los enemigos te maldijeron, los líderes te abofetearon en la oscuridad de esa noche y te llevaron al tribunal supremo. Permaneciste en silencio, oraste por quienes te odiaban, los bendijiste y enfrentaste a todos los representantes de tu pueblo. No te adoraron, sino que te sentenciaron a muerte y te entregaron a las autoridades romanas para crucificarte. Te damos gracias, oh Señor, por tu firmeza, paciencia, bondad y santidad. Te preparaste para morir en nuestro lugar. Cargaste nuestras ofensas, sufriste el castigo que merecíamos y nos amaste hasta el fin. Te agradecemos siempre por tu amor perfecto.
PREGUNTA:
- ¿Cuál es la diferencia entre la reunión de los líderes judíos que se llevó a cabo en la noche y la que se realizó en la mañana?