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8. La vida espiritual en la iglesia de los creyentes (Hechos 2:42-47)
HECHOS 2:42-47
42 Se mantenían firmes en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, en el partimiento del pan y en la oración. 43 Todos estaban asombrados por los muchos prodigios y señales que realizaban los apóstoles. 44 Todos los creyentes estaban juntos y tenían todo en común: 45 vendían sus propiedades y posesiones, y compartían sus bienes entre sí según la necesidad de cada uno. 46 No dejaban de reunirse en el templo ni un solo día. De casa en casa partían el pan y compartían la comida con alegría y generosidad, 47 alabando a Dios y disfrutando de la estimación general del pueblo. Y cada día el Señor añadía al grupo los que iban siendo salvos.
En los informes anteriores, el evangelista Lucas nos aclaró cómo Jesús dispuso la morada del Espíritu Santo, y cómo este Espíritu paternal se derramó como una tempestad de amor, uniendo la alegría con la verdad, y la santidad con el amor.
A partir de ahora Lucas, el médico nos muestra qué y cómo actuó el Espíritu Santo, pues la promesa del Padre se había cumplido, y el poder de Cristo actuó, triunfó y sigue construyendo aún hoy. Una nueva era en la gracia había entrado, y el amor de Dios hizo que los que creían en Cristo fueran superhombres después de que su egoísmo se rompiera en ellos y se llenaran a través de su fe de la bondad de Dios.
¿Cómo se manifiesta en la práctica la obra de este Espíritu Santo? El griego Lucas nos habla de forma breve, hermosa y retórica de la esencia y el resultado del Espíritu Santo:
Conduce a los creyentes a la plenitud de la palabra de Dios, especialmente a los informes de los apóstoles, pues no hay vida del Espíritu divino sin una penetración continua y profunda en el Evangelio, a través del cual Cristo enseña a sus alumnos aún hoy. Sin la doctrina de los apóstoles no hay fe.
Esta profunda penetración en la voluntad de Dios y consumir del alimento espiritual diario de la palabra no se produce de forma aislada, pues los creyentes vivían juntos en la comunión de amor, donde cada uno de ellos consideraba al otro más valioso que a sí mismo. No hay cristianismo sin comunión, porque el Espíritu de Dios es amor.
Los creyentes continuaron no sólo en la conversión y en la comunión de afecto mutuo, sino también en la participación en la Cena del Señor, creyendo que el mismo Señor Jesús se centraba en sus cuerpos a través de los símbolos del pan y el vino. Se reanimaron y fortalecieron en el gozo y la acción de gracias.
Sobre estos tres elementos básicos en el templo de Dios subían las oraciones, los cantos de alabanza, las súplicas, las confesiones de pecados y las invocaciones, pues el emblema de sus reuniones no eran los pensamientos mundanos, ni las sabidurías filosóficas, sino su relación directa con Dios, su Padre, y la comunicación continua con él. ¿Ora usted continuamente en la comunión de los hermanos?
La fe de los que estaban llenos del Espíritu no era superficial, pues habían experimentado la santidad de Dios en su gloria, y temblaban ante él. Amaban al Señor con todo su corazón y confiaban en él, pero no sin humildad, reverencia y temor a su grandeza. El Espíritu Santo crea en nosotros el temor y el amor a Dios como base sólida de la fe viva.
El que está así ligado a la única Santísima Trinidad experimenta su poder celestial en la comunión de los santos, pues nuestro Padre responde a las oraciones comunes de sus hijos, y hace que la salvación, la protección, la curación, la santificación y la guía provengan de la plenitud de su misericordia.
El amor de los santos no se agota en la bolsa, sino que el Espíritu Santo nos guía a dar alegremente, pues es más dichoso dar que recibir. Vendieron sus posesiones, se liberaron de las riquezas y pusieron sus ingresos en el fondo común de la iglesia.
Así, todos ellos vivieron como la familia de Dios, y se entrenaron en la cooperación voluntaria, donde Cristo es el centro gestor. El Espíritu Santo los liberó de la miseria, la envidia y la codicia, y los guió para llevar a cabo el amor práctico.
Todos esperaban la próxima venida de Cristo, y estaban seguros de que verían su gloria mientras vivían. Amaban a su Salvador en la medida en que pensaban en él día y noche, esperando el reino de su gloria.
No discutían si su fe era verdadera, su amor fuerte o su esperanza viva, sino que se alegraban en la sencillez de sus corazones por la verdad del Espíritu Santo, y alababan a Dios sin cansancio.
Habiendo continuado en gracia, no dejaban las reuniones en sus casas, sino que se reunían todos los días para escuchar la doctrina de los apóstoles, y las oraciones comunes en pequeños grupos. No despreciaban el templo hecho con las manos, sino que se unían a la oración común. Eran, en efecto, el templo hecho por el Espíritu.
Una iglesia así es muy atractiva y agradable. Muchos preguntaron a los que estaban llenos de amor: "¿Cómo fueron transformados?" Y ellos les testificaban que Jesús, el Cristo vivo, les había dado el don del Espíritu Santo. Debido a este testimonio, la iglesia creció y cada día se añadían nuevas almas a ella en aquel gran avivamiento espiritual.
En estas palabras, leemos la palabra "iglesia" por primera vez en el libro de los Hechos de los Apóstoles. Nuestros doce puntos explicativos representan la verdadera descripción de la iglesia viva. El fin de la obra del Espíritu Santo no es la fe de los individuos, sino la comunión de los santos, porque nuestro Dios es amor, y su amor sólo se realiza en la comunión.
ORACIÓN: Oh Padre celestial, te alabamos porque tu Espíritu Santo une a los hombres en tu amor para que se perdonen unos a otros, y cada uno considere al otro más que a sí mismo. Ayúdanos a reavivarnos junto con nuestra Iglesia. Deja que tu Espíritu supere las desconfianzas entre nosotros, y líbranos del dinero en nuestro bolsillo. Amén.
PREGUNTA:
- Pon una palabra esencial para cada uno de los doce puntos explicativos, que describen la iglesia viva para expresar la esencia de cada carácter.
PRUEBA - 1
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Después de haber leído nuestros comentarios sobre los Hechos de los Apóstoles en este cuadernillo, ahora puedes responder a las siguientes preguntas. Si contestas al 90% de las preguntas indicadas a continuación, le enviaremos las siguientes partes de esta serie para tu edificación. Por favor, no olvides incluir tu nombre completo y tu dirección claramente en la hoja de respuestas.
- ¿Cuáles son los propósitos de Lucas al escribir el libro de los Hechos de los Apóstoles? ¿Qué sabes de Teófilo?
- ¿Cuál era el contenido del primer libro de Lucas? ¿Qué incluyó en el segundo?
- ¿Cuál es la promesa del Padre?
- ¿Quién es el Espíritu Santo? ¿Y cuál es su designio?
- ¿Cómo volverá Cristo, según la declaración de los dos ángeles?
- ¿Quiénes eran los que se reunían para orar continuamente?
- ¿Qué aprendiste de la muerte de Judas?
- ¿Cuáles son las condiciones para unirse al servicio de Cristo?
- ¿Cómo se manifestó el Espíritu Santo en Pentecostés?
- ¿Qué enseñó a hablar el Espíritu Santo a los apóstoles?
- ¿Cuáles son los puntos principales de la primera parte del sermón de Pedro?
- ¿Por qué Pedro tuvo que decir a los judíos que eran los asesinos de Jesús?
- ¿Qué quería aclarar Pedro a los oyentes al mencionar la profecía de David?
- ¿Por qué subió Cristo al cielo?
- ¿Cómo recibimos el Espíritu Santo? ¿Cuáles son las condiciones de su morada en los creyentes?
- ¿Quién es digno de recibir el Espíritu Santo? ¿Por qué?
- Pon una palabra esencial para cada uno de los doce puntos explicativos, que describen la iglesia viva para expresar la esencia de cada carácter.
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