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MATEO - ¡Arrepiéntanse, Porque El Reino De Cristo Está Cerca!
Estudios sobre el Evangelio de Cristo según Mateo
PARTE 6 - LA RESURRECCIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO (MATEO 28:1-20)

8. El mandato de Cristo de bautizar (Mateo 28:19)


MATEO 28:19
19 … bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,
(Marcos 16:16, Hechos 2:38-29)

A lo largo de la historia de las religiones, muchos profetas y diversos predicadores han reconocido las impurezas del ser humano y han proclamado la necesidad de una purificación radical para poder caminar con Dios. El Señor nos llama a confesar nuestros pecados y arrepentirnos. El bautismo simboliza el lavamiento de nuestros pecados (Mateo 3:1-6; Marcos 1:5). Sumergirse en el agua indica que el viejo hombre es impuro, corrupto y malvado, y merece ser ahogado y sepultado para que pueda resurgir como un hombre nuevo, limpio y puro después del bautismo. Sin embargo, David, Ezequiel y Juan el Bautista admitieron que la autodisciplina y el dominio propio no son suficientes para purificarnos. Necesitamos ser regenerados por el Espíritu del Señor para que nuestras mentes y corazones sean renovados. Por esta razón, Juan el Bautista predijo que Cristo bautizaría a sus seguidores con el Espíritu Santo (Juan 1:32-34). El mismo Cristo reveló: “Te aseguro que quien no nazca de agua (bautismo de arrepentimiento) y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios” (Juan 3:5). Dios estableció el bautismo como el evento decisivo y el testimonio visible de una persona que ha dejado atrás su antigua vida y ha aceptado la gracia de Jesús.

Cristo no vino a darnos el conocimiento de un Dios inalcanzable y temible, sino que nos dice más de 200 veces en los Evangelios que Dios, nuestro Padre celestial, está cerca de nosotros y ama a todos. Se une en pacto con los creyentes en el nuevo pacto. Jesús nos confirmó que él y su Padre son uno y, en su gran comisión, no mencionó los diferentes nombres de Dios en plural, sino en singular. Desea que conozcamos "al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, el único Dios".

No creemos en tres personas separadas e independientes en la divinidad, sino en la unión inseparable de la Santísima Trinidad. Jesús confirmó esta fe diciendo que él está en el Padre y el Padre está en él (Juan 14:10; 17:21-23).

Los creyentes son bautizados en el nombre del Padre, confiando en su adopción como hijos del Todopoderoso. Saben que su Padre celestial los cuida personalmente, les da amor y protección, escucha sus oraciones y peticiones, y los acepta como miembros de su reino eterno.

Si eres bautizado en el nombre del Hijo, comprenderás cada vez más el amor y el sacrificio de Cristo, quien llevó el castigo eterno por tus pecados. Su sangre te purifica de toda maldad, resucitó de entre los muertos para justificarte y te ha salvado de la ira de Dios, la muerte y Satanás. Él te da poder y autoridad, y te envía para que cumplas su llamado. Te otorga vida eterna para que vivas con él en santidad y amor.

Cristo vino y murió por ti, y regresará para ti y para todos los que lo aman y lo confiesan. No hay salvación fuera del Señor Jesucristo, para la gloria de Dios Padre.

El bautismo es la confirmación de tu unión con el poder del Espíritu Santo y tu segundo nacimiento espiritual. El Espíritu te asegura que Dios es tu Padre misericordioso. También te santifica para que puedas amar, regocijarte, vivir en paz con Dios y con los demás, vencer la tentación y vivir con dominio propio y paciencia, perdonando a quienes pecan contra ti. Además, el Espíritu te advierte sobre falsos profetas, te confronta por tus faltas y te da paz en todas las áreas de tu vida, porque este Espíritu es la vida divina misma.

Tu bautismo te mantiene en el amor de tu Padre celestial, en la autoridad de su Hijo y en el poder del Espíritu Santo. La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la comunión del Espíritu Santo permanecen para siempre en todos los que han sido bautizados y permanecen en la unidad de la Santísima Trinidad.

ORACIÓN: Te glorificamos y te damos gracias, Padre, Hijo y Espíritu Santo, el único Dios, porque nos permitiste ser bautizados en tu santo nombre, entrar en la plenitud de tu gracia, permanecer en ti y recibir de ti poder espiritual, salvación, paz, santidad y redención. Ayúdanos a animar a aquellos que aún no conocen la seguridad eterna del bautismo, para que dejen atrás su antigua vida y se afirmen en ti con determinación, firmeza y la ayuda del Espíritu Santo.

PREGUNTA:

  1. ¿Cuál es el significado de tu bautismo en Dios Padre, en el Hijo y en el Espíritu Santo?

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