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3. Abstinencia del matrimonio por el bien del ministerio de Cristo (Mateo 19:10-12)
MATEO 19:10-12
10 —Si tal es la situación entre esposo y esposa —comentaron los discípulos—, es mejor no casarse. 11 —No todos pueden comprender este asunto —respondió Jesús—, sino solo aquellos a quienes se les ha concedido entenderlo. 12 Pues algunos son eunucos porque nacieron así; a otros los hicieron así los hombres; y otros se han hecho así por causa del reino de los cielos. El que pueda aceptar esto, que lo acepte. (1 Corintios 7:7)
Los discípulos se sintieron tan impactados por las palabras de Jesús sobre la santidad y la responsabilidad del matrimonio que pensaron que sería mejor no casarse. Jesús no permitía que un esposo tratara a su esposa como quisiera; le exigía fidelidad, paciencia, sabiduría y amor. El matrimonio requiere responsabilidad, perseverancia y sacrificio, y excluye el derecho de separación o divorcio.
Jesús mostró a sus seguidores la posibilidad del celibato, no como una vía de escape del matrimonio, sino para capacitar a una persona en el servicio a Dios. Es importante señalar que el soltero no es más santo que el casado, pues ambos viven del perdón y la justicia de Cristo. Pero si alguien, en su amor por su Salvador, escucha el llamado al celibato, debe examinarse a sí mismo y estar dispuesto a someterse al control del Espíritu Santo, para no ser tentado a pecar por el deseo físico. Juan el Bautista y el apóstol Pablo eligieron el camino del celibato, ya que no vivían para sí mismos, sino que ofrecían sus vidas como un sacrificio de alabanza a Cristo. Que nadie elija este camino, salvo aquellos que son claramente llamados por Dios. La ley natural es casarse en perdón y servicio mutuo, basado en el amor, poder y perdón de Cristo.
Cristo permitió la declaración de los discípulos: "Es mejor no casarse", no como una objeción a la prohibición del divorcio, sino como una recomendación para aquellos que tienen el don del dominio propio y no necesitan casarse; hacen bien si permanecen solteros. Los solteros tienen la oportunidad, si así lo desean, de dedicarse más a “las cosas del Señor y de cómo agradarlo” (1 Corintios 7:32-34), sin estar tan agobiados por las preocupaciones de esta vida. Tienen mayores oportunidades de reflexión y tiempo para atender las cosas de Dios. El crecimiento en gracia es mejor que el crecimiento de la familia, y la comunión con el Padre y con su Hijo Jesucristo es preferible a cualquier otra comunión.
Cristo rechaza la prohibición del matrimonio como algo perjudicial, ya que “no todos pueden comprender este asunto”. En efecto, pocos pueden, y por eso los privilegios del matrimonio deben ser honrados. “Es preferible casarse que quemarse de pasión” (1 Corintios 7:9).
ORACIÓN: Señor Jesucristo, te alabamos porque permaneciste soltero toda tu vida, viviste siempre en continencia y diste tu vida en rescate por muchos. Perdónanos toda impureza y atracción hacia la lujuria. Enséñanos la pureza y la preparación para un matrimonio virtuoso, para que vivamos santificados por tu sangre, sirviéndonos mutuamente con alegría, y nunca sintamos desagrado ni busquemos el divorcio. Preserva en el poder de tu amor todos los matrimonios realizados en tu nombre.
PREGUNTA:
- ¿Cuál es el significado del celibato para el ministerio del reino de los cielos?