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l) Primera predicción de Jesús sobre su muerte y resurrección (Mateo 16:21-28)
MATEO 16:28
28 Les aseguro que algunos de los aquí presentes no sufrirán la muerte sin antes haber visto al Hijo del hombre llegar en su reino. (Mateo 10:23, Lucas 9:27)
Cristo proclamó su muerte y resurrección a sus discípulos, dejándoles clara su venida en gloria y su autoridad para juzgar. Él abre su reino solo a aquellos que se niegan a sí mismos. Quien muere a sí mismo no morirá para siempre. La vida eterna habitará en quien permanezca en Cristo, y jamás probará la muerte, porque ha entrado en el reino de Dios.
Cristo confirmó este hecho cuando dijo: "El que cree en mí vivirá, aunque muera; y todo el que vive y cree en mí no morirá jamás" (Juan 11:25-26).
¿Lo crees?
ORACIÓN: Oh Hijo del Santo, tú me conoces. Soy malvado desde mi infancia. No me apartes de tu presencia, ni quites de mí tu Espíritu Santo. Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí. Te glorifico porque eres santo y porque me mostraste el camino de negarme a mí mismo. Coloca mi cruz sobre mí y ayúdame a no soltarla, sino a seguirte junto con todos los que llevan sus propias cruces, muriendo a sí mismos, para que tu amor y tu poder habiten en mí. Tú eres mi vida, porque para mí, el vivir es Cristo y el morir es ganancia.
PREGUNTA:
- ¿Por qué advirtió Jesús a sus seguidores sobre su venida para el juicio?