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8. La sexta amonestación (Mateo 23:25-26)
MATEO 23:25-26
25 »¡Ay de ustedes, maestros de la Ley y fariseos, hipócritas! Limpian el vaso y el plato por fuera, pero por dentro están llenos de robo y falta de dominio propio. 26 ¡Fariseo ciego! Limpia primero por dentro el vaso y el plato, así quedará limpio también por fuera. (Marcos 7:4, 8; Juan 9:40, Tito 1:15)
La práctica de los fariseos, en sus hogares, consistía en limpiar el exterior de cada copa y plato. Esto no lo hacían por razones de higiene, sino como un deber religioso; de lo contrario, podrían volverse impuros si la suciedad de un hombre o un animal impuro tocaba sus utensilios. Estaban más preocupados por este ritual de limpieza que por si las bebidas que vertían en las copas eran robadas, o si ellos mismos se habían vuelto impuros a través del adulterio. Cuando Jesús condenó esta práctica, anuló todos los rituales de purificación. Les instruyó a los hipócritas a limpiar sus corazones de toda mala intención. Sólo después de hacer eso, podían preocuparse por la limpieza exterior. La limpieza externa del cuerpo no significa santificación de la mente, y la ropa hermosa puede esconder a una persona con un corazón malvado.
Toda limpieza y ablución es superficial, ya que no purifica el espíritu del hombre. Todas las religiones reconocen que el ser humano no es puro en su interior y necesita purificación. Sólo la sangre de Jesucristo puede limpiarnos de todo pecado. El Espíritu Santo luego santifica al hombre, para que quien cree en Cristo reciba un corazón nuevo y un espíritu recto dentro de sí.
ORACIÓN: Padre celestial, tú guiaste a tu profeta David a clamar en arrepentimiento: "Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio y renueva un espíritu firme dentro de mí". Repetimos su oración y confesamos que no hay esperanza en nosotros para obtener la pureza celestial excepto a través de la sangre de Jesucristo y el nuevo nacimiento del Espíritu Santo. Concede que nuestra nación, particularmente los creyentes, se arrepientan verdaderamente y no se satisfagan con su propia justicia, sino que busquen tu justificación y santificación divina. Ayuda a todos los que buscan un corazón limpio a encontrar a Jesús, quien ha completado la salvación para todos.
PREGUNTA:
- ¿Cuál fue la falta de los escribas y fariseos que enfatizaban la limpieza de copas y platos más de lo necesario?