Waters of LifeBiblical Studies in Multiple Languages |
|
Home Bible Treasures Afrikaans |
This page in: -- Arabic -- Armenian -- Azeri -- Bulgarian -- Chinese -- English -- French -- Georgian -- Greek -- Hausa -- Hebrew -- Hungarian? -- Igbo -- Indonesian -- Javanese -- Latin? -- Peul? -- Polish -- Russian -- Somali -- SPANISH -- Telugu -- Uzbek -- Yiddish -- Yoruba
Previous Lesson -- Next Lesson MATEO - ¡Arrepiéntanse, Porque El Reino De Cristo Está Cerca!
Estudios sobre el Evangelio de Cristo según Mateo
PARTE 3 - EL MINISTERIO DE JESÚS EN EL VALLE DEL JORDÁN DURANTE SU VIAJE A JERUSALÉN (MATEO 19:1 - 20:34)
10. El orgullo insensato entre los seguidores de Jesús (Mateo 20:20-23)MATEO 20:20-23 Los discípulos no comprendieron lo que Jesús les reveló acerca de su inminente muerte. Sus mentes estaban cerradas, pero pensaban en los tronos resplandecientes que se les habían prometido. La madre de Santiago y Juan se acercó a él con sus hijos, postrándose ante él y pidiéndole que les concediera sentarse uno a su derecha y el otro a su izquierda cuando gobernara y reinara en su reino. Probablemente imaginaron que su parentesco les daba derecho a hacer tal petición (Juan 19:25). No entendieron la gravedad de su solicitud. Buscaban honor y poder, mientras Jesús pensaba en sufrimientos y redención. Deseaban disfrutar de privilegios y derechos, pero Cristo aspiraba a la expiación. Ellos eran terrenales, mientras que él era celestial. No comprendieron la amargura de la copa de la ira de Dios por los pecados del mundo, la cual el Hijo estaba decidido a beber por completo. Santiago y Juan no valoraron la importancia del momento. Creyeron que Jesús entraría en la capital y tomaría el trono mediante un milagro, ignorando sus profecías sobre su muerte inminente. Querían asegurarse los lugares más destacados en el reino de los cielos en la tierra. No notaron que habían caído en la tentación y la trampa del diablo, quien buscaba provocar a Jesús para que se alterara y actuara con violencia. Sin embargo, el Cordero de Dios les respondió con suavidad y amabilidad, asegurándoles que compartirían sus sufrimientos y su muerte. ¡Cuántas veces, como creyentes, buscamos altos honores, buenos empleos, salarios elevados y seguridades, sin reparar en la interminable fila de seguidores de Cristo perseguidos o necesitados que pasan junto a nosotros! ORACIÓN: Santo Señor, tú eres el Cordero de Dios que quitó el pecado del mundo y llevaste la vergüenza del mundo en tu corazón, pero tus discípulos buscaban tronos y coronas. Perdónanos, como hiciste con ellos, si hemos puesto nuestra atención en la vida, el placer y las riquezas. Ayúdanos a decirles a todas las personas con las que nos encontremos que tú eres el sacrificio expiatorio por nosotros y por ellos por tu amarga muerte. Y ayúdanos a asistir a los creyentes perseguidos y necesitados. PREGUNTA:
|