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Previous Lesson -- Next Lesson MATEO - ¡Arrepiéntanse, Porque El Reino De Cristo Está Cerca!
Estudios sobre el Evangelio de Cristo según Mateo
PARTE 3 - EL MINISTERIO DE JESÚS EN EL VALLE DEL JORDÁN DURANTE SU VIAJE A JERUSALÉN (MATEO 19:1 - 20:34)
9. La tercera predicción de Jesús sobre su muerte y resurrección (Mateo 20:17-19)MATEO 20:17-19 Jesús fue voluntariamente a la cruz para redimir a sus seguidores. Como el más grande de todos los profetas, conocía de antemano sus sufrimientos futuros y su amarga muerte. Por tercera vez, declaró con claridad a sus discípulos todos los detalles con exactitud. Les dijo que los sumos sacerdotes y los maestros de la Ley lo odiaban a él y a sus seguidores. A pesar de esto, se acercó con valentía a la fortaleza del enemigo junto con sus discípulos, sabiendo que sería entregado en sus manos según la voluntad de su Padre. Encontrarían la manera de condenar al Justo a muerte y acusarían al amable Hijo de Dios de blasfemia, sin darse cuenta de que ellos mismos eran los blasfemos. Serían aún más crueles al entregar al Santísimo en manos de los gentiles, considerados impuros, para que los judíos lo despreciaran y no creyeran en él como el Mesías prometido. Los gentiles, cegados por su incredulidad, se burlarían del Rey de los judíos, lo azotarían y lo clavarían en la cruz de la vergüenza. Jesús previó todos estos acontecimientos y los relató literalmente para que sus discípulos no tropezaran en la fe. Gradualmente los preparó para enfrentar su amargo final. Sin embargo, también les anunció su gloriosa resurrección, como una trompeta triunfal que vencería la angustia y la desesperación. Jesús amaba profundamente a sus seguidores. No los halagó ni les ocultó el desastre que se avecinaba, sino que les habló con la verdad para que no se turbaran ni tuvieran miedo cuando llegara la hora de las tinieblas. Al reflexionar sobre estas declaraciones, algunos podrían preguntarse: ¿Por qué Jesús, conociendo de antemano estos detalles tan exactos y aterradores, no fue a Egipto, Líbano o Jordania? ¿Por qué no se escondió? Quien entiende que Jesús quiso morir por nosotros voluntariamente comprende la necesidad de su muerte y que no hay salvación fuera del crucificado. Jesús decidió intencionalmente subir con sus seguidores a Jerusalén. ORACIÓN: Señor Jesús, te damos gracias porque decidiste sufrir, morir y resucitar por nosotros. Hiciste esto por nosotros, pecadores inmundos, para que fuéramos limpiados por tu sangre, justificados por tu sacrificio, salvados de la ira de Dios y reconciliados con el santo mediante tu expiación sacrificial. ¿Cómo podemos agradecerte? Acepta nuestra vida, nuestro tiempo y nuestros recursos para que podamos glorificarte a ti y al Padre celestial por el poder de tu Espíritu Santo. Amén. PREGUNTA:
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