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2. El nacimiento y el nombre de Jesús (Mateo 1:18-25)

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MATEO 1:21
21 Dará a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados». (Lee Lucas 2:21)

El ángel proclamó a José que María daría a luz un hijo, no una hija, y que José tendría el privilegio de otorgarle un nombre eternamente designado por Dios. Fue una orden clara de Dios, la cual José cumplió con fe. Él confiaba en que ese nombre divino tendría un significado pleno.

El nombre Jesús significa "el Señor salva"; "el Señor libera". No es simplemente un nombre por el que se le llama; es un mensaje sobre la verdad de su ser. Él no solo es el rey del pueblo, sino que es Dios. Un rey puede salvar al pueblo de sus enemigos humanos, pero solo el Señor puede liberarlo de sus pecados (Salmo 51:14). El Eterno no es un Juez furioso que busca destruirnos, sino que busca salvar a los perdidos a través de su Hijo, el Señor Jesús. Él vino a los pecadores, vivió entre nosotros y nos pide que nos acerquemos a Él. El amor de Dios por los pecadores se revela en el nombre "Jesús"; todos los propósitos celestiales se concentran en este maravilloso nombre. Sin embargo, no todos experimentan la liberación y la ayuda de Dios; solo su pueblo lo hace. No se trata de una nación específica siendo considerada "el pueblo de Dios". Cada persona tiene el privilegio de pertenecer a Dios al arrepentirse de sus pecados y confiar en Jesús, el Salvador. Aquel que cree en Jesús será justificado. Tú te unes al pueblo de Dios inmediatamente al apartarte del pecado y regresar a Jesús. No hay nada, ni en el cielo ni en la tierra, más grato que el nombre de Jesús, el cual confirma que Dios, en persona, cuida de ti y te ayuda.

¿Qué ayuda ofrece Jesús a su pueblo? La salvación del pecado. Quien admite y confiesa sus pecados, y se arrepiente de todas sus acciones impuras, recibe el gran milagro de Jesús: el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo. Él es el Todopoderoso, está sentado en la gloria junto a su Padre. En su eternidad, tiene el poder de redimirnos y derramar su Espíritu sobre aquellos que creen, haciéndolos nuevas creaciones, aptos para su reino. Jesús es el único Libertador y Salvador. No hay esperanza para los hombres fuera de Él. Él puede perdonar tus iniquidades y salvarte completamente. Abre tu corazón a su bondad, agradece y alaba su gracia para contigo.

Nada puede impedir que Jesús, el Hijo de Dios, redima a aquellos que creen en Él, y los espíritus malignos son incapaces de arrebatar a los creyentes de su mano firme. Jesús reúne a los creyentes como un pastor reúne a sus ovejas en el redil. Damos testimonio de la verdad de la profecía del ángel: Dios ha salvado a muchas personas de sus pecados a través de su hijo en los últimos dos mil años, y el número sigue creciendo. Sin embargo, ¿has sido redimido; has sido salvado de tus pecados? ¿Tu corazón se ha quebrantado en arrepentimiento, llevándote a aceptar su salvación y creer en Él? ¿La alegría de la redención ha llenado tu corazón y ha transformado tu mente y actitud? Entonces, ve y llama a tus hermanos, hermanas y a todos tus conocidos para que participen en la salvación de Jesús, porque Él está listo para salvar a todo aquel que crea en Él.

ORACIÓN: Te adoro, mi Salvador, Señor Jesús, porque naciste para salvarme. No me despreciaste, sino que me amaste y borraste por completo mis faltas. Por favor, enséñame a creer en tu poder y tu presencia conmigo, para liberarme de la injusticia y ser santificado por tu santo nombre. Atrae a mis amigos y enemigos hacia tu salvación, para que no perezcan, sino que tengan vida eterna.

PREGUNTA:

18. ¿Cuál es el significado de la palabra "Jesús"?

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