Home
Links
Bible Versions
Contact
About us
Impressum
Site Map


WoL AUDIO
WoL CHILDREN


Bible Treasures
Doctrines of Bible
Key Bible Verses


Afrikaans
አማርኛ
عربي
Azərbaycanca
Bahasa Indones.
Basa Jawa
Basa Sunda
Baoulé
বাংলা
Български
Cebuano
Dagbani
Dan
Dioula
Deutsch
Ελληνικά
English
Ewe
Español
فارسی
Français
Gjuha shqipe
հայերեն
한국어
Hausa/هَوُسَا
עברית
हिन्दी
Igbo
ქართული
Kirundi
Kiswahili
Кыргызча
Lingála
മലയാളം
Mëranaw
မြန်မာဘာသာ
नेपाली
日本語
O‘zbek
Peul
Polski
Português
Русский
Srpski/Српски
Soomaaliga
தமிழ்
తెలుగు
ไทย
Tiếng Việt
Türkçe
Twi
Українська
اردو
Uyghur/ئۇيغۇرچه
Wolof
ייִדיש
Yorùbá
中文


ગુજરાતી
Latina
Magyar
Norsk

Home -- Spanish -- Tracts -- Tract 08 (Who is Christ?)
This page in: -- Armenian -- Baoule -- Burmese -- Chinese -- Dagbani? -- Dioula -- English -- French -- German? -- Greek -- Hausa -- Hebrew -- Hindi -- Igbo -- Indonesian -- Japanese -- Korean? -- Lingala -- Maranao -- Nepali? -- Peul? -- Somali -- SPANISH -- Sundanese -- Telugu? -- Thai? -- Turkish -- Twi? -- Uzbek -- Yoruba

Previous Tract -- Next Tract

TRATOS - Mensajes Bíblicos Cortos para Distribución

TRACTO 08 -- ¿Quién es Cristo?


Los partidos políticos y las religiones comparten sus doctrinas y las biografías de sus fundadores a través de libros e internet, tratando de presentar sus principios con matices llamativos y propaganda emocionante.

El Hijo de María se mantiene alejado de esta clase de propaganda. Se presenta a quien desee conocerle. El título "Cristo" aparece 569 veces en el Nuevo Testamento. El mismo Hijo de María manifestó su identidad, diciendo: "El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los pobres. Me ha enviado a proclamar libertad a los cautivos y dar vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos, a pregonar el año del favor del Señor" (Lucas 4:18-19).

Cristo, el Ungido, reveló su secreto al pronunciar la profecía anterior que fue revelada al profeta Isaías 700 años antes del nacimiento de Cristo (Isaías 61:1-2).

El Hijo de María nació del Espíritu del SEÑOR. Además, Dios envió la plenitud de su Espíritu Santo sobre Cristo para que obrara en completa armonía con Él y cumpliera su voluntad. Cristo vivió sin pecado, puro y santo.

Confirmó que Él es el Ungido: “El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido". En el Antiguo Testamento, los reyes, los sumos sacerdotes y los profetas eran ungidos con óleo santo como un símbolo de estar equipados con el poder y la sabiduría de Dios para cumplir con sus deberes. En el Antiguo Testamento, la unción con el aceite santo fue solo el comienzo de lo que fue revelado en Cristo. Fue ungido con el Espíritu Santo para asumir sus ministerios profetizados como Rey eterno (Daniel 7:13-14), Sumo Sacerdote definitivo (Salmos 110:4), Profeta prometido (Deuteronomio 18:15), Intercesor por los pecadores (Isaías 53) y el Verbo de Dios encarnado (Isaías 61:1-2). El título "Cristo" no es el nombre del Hijo de María, sino que explica sus servicios, diseñados y designados por Dios.


¿Por qué fue enviado Cristo?

El Creador envió a Cristo y lo llenó con el poder del Espíritu Santo para predicar la buena nueva de salvación a los pobres y ofrecerles la redención, para que fueran liberados de la ira de Dios y justificados en el Día del Juicio.

Dios no prefirió a los grandes, a los ricos, a los inteligentes, a los eruditos o a los notables, sino que primero se dirigió con amor y compasión a los pequeños, a los desafortunados, a los pecadores, a los débiles, a los pobres y a los que necesitaban ayuda. El Todopoderoso envió a su Cristo ungido a los miserables y a los marginados para ofrecerles esperanza, poder espiritual y vida eterna al recibir de Él el Espíritu Santo.

Cristo llamó a su mensaje "el Evangelio", la emocionante buena nueva. Quien cree en este mensaje entre en la familia de Dios y recibe un hogar en el cielo. El Evangelio vence el odio del mundo. Las palabras de Cristo ahuyentan la mentira, la trampa y el engaño, y vencen la impureza y el adulterio. El Espíritu de Dios habita en quienes escuchan y aceptan el Evangelio y su mensaje. El Evangelio es un regalo de Dios para ti. Quien no lee ni acepta esta oferta única de Cristo permanece pobre, sin esperanza y lejos de la comunión con el Dios vivo.

Cristo declaró que fue enviado por Dios a los que tienen el corazón quebrantado por sus preocupaciones y pecados. Libera a los que son esclavos de sus pecados bajo la influencia de Satanás. Él resucita a los pecadores que están espiritualmente muertos y les da nueva vida pura y recta. Cristo no habló palabras vanas, sino que vivió lo que dijo. Cualquiera que lea sus milagros en el Evangelio y en el Corán reconocerá que el Hijo de María es el verdadero Cristo, ungido con el poder del amor de Dios. No quedó muerto en la tumba, sino que vive. Prometió a sus discípulos que su poder espiritual se manifestaría en ellos.


¿Estás ungido con el Espíritu Santo?

Cristo no fue egoísta. No se guardó para sí la unción del Espíritu Santo y su poder divino. Ofrece el Espíritu Santo a los abatidos que buscan la paz de Dios para que también ellos sean ungidos con el Espíritu de gracia y sean llenos del amor de Dios. Pregúntate: "¿Debo seguir siendo un impuro atado a mi pecado? ¿O deseo ser purificado y justificado por Cristo y ungido con su Espíritu Santo?" Dijo:

"Al que a mí viene, no lo rechazo" (Juan 6:37);

"El que cree [en mí] tiene vida eterna" (Juan 6:35,47; 8:12; 10:27-28; 11:25-26); y

"Permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes" (Juan 15:4).

Estimado lector,
si reconoces la profundidad de estas promesas divinas, abre tu corazón a Cristo, el Ungido, para que también te unja con su Espíritu Santo.

Cristo declaró que había sido ungido y enviado “a pregonar el año del favor del Señor”. En la Torá de Moisés leemos que, después de cincuenta años, todos los esclavos debían ser liberados y sus posesiones anteriores les debían ser devueltas (Levítico 25:10).

Esta la imagen de una liberación espiritual aún mayor. Cristo quiere liberar a los esclavos del pecado de su impureza y transgresiones para traerlos de vuelta a Dios, quien los espera. Cristo tiene el derecho y el poder de tal liberación, gracias a su expiación sustitutiva por nuestro pecado. En el pasado, Dios dio la ley por medio de Moisés, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo (Juan 1:17). Después de que Cristo expiara el pecado del mundo, cada uno de nosotros puede volverse a Dios sin ninguna barrera ni obstáculo. Cualquiera que se vuelva a Cristo recibirá la unción del Espíritu Santo como garantía de su herencia en el reino de Dios. No verán a Dios como un Juez eterno en el Día del Juicio. Se les aparecerá como un Padre misericordioso esperándolos y recibiéndolos con gozo y alegría.


Mi encuentro con Cristo

Viví como prisionero del pecado y esclavo de los placeres de mis sentidos. Siempre buscaba algo que pudiera satisfacer mis necesidades sensuales, darme consuelo y alegría y llenar mi corazón de amor, pero en vano. Experimentaba momentos de alegría en ocasiones agradables, pero esos instantes placenteros pronto desaparecían y volvía la sensación de vacío. Continué con este estilo de vida hasta que escuché acerca de Jesucristo, el Salvador que libera de las aflicciones. Empecé a buscarle y un amigo me habló de la obra que el Hijo de María realizó en favor de la humanidad. Me habló de cómo Jesús podía cambiar el rumbo de mi vida.

Cristo murió por mí para darme vida eterna y para que pudiera llevar una vida de alegría y felicidad eternas. Sin embargo, para recibir la felicidad, supe que debía entregarle mi corazón para que Él pudiera llenarlo de amor y alegría. Entonces decidí orar y pedirle a Cristo, el Hijo de María, que entrara y tomara mi vida. Él verdaderamente entró y comenzó su obra salvadora en mí. Ahora vivo con alegría y felicidad eternas. No siento miedo ni preocupación, a pesar de las persecuciones, porque Él cuida de mí y satisface mis necesidades. Te invito, querido lector, a que des este paso y le pidas a Cristo que entre también en tu corazón para que puedas tener una vida de gozo y paz eternos en medio de todos los problemas que te rodean.

Oración
Dios misericordioso y lleno de gracia, tú eres el Padre espiritual de todos aquellos que se arrepienten. Te agradezco por enviar a Cristo, el Ungido, a nuestro mundo pecaminoso, a pesar de no merecerlo. Reconozco mi condición de pecador y mi incapacidad para acercarme a Él sin tu intervención. Sin embargo, tú bendices a los humildes de espíritu y aceptas la expiación de Cristo en mi nombre. Te adoro y te pido que también me llenes con tu Espíritu Santo, transformándome en alguien humilde, puro, eterno, misericordioso, santo y lleno de amor, siguiendo el ejemplo de Cristo. Amén.


¿Quieres conocer más sobre Cristo?

Estamos dispuestos a enviarte de forma gratuita el Evangelio de Cristo, acompañado de meditaciones y oraciones, si lo solicitas. Te pedimos que te comprometas a leer este Evangelio y a orar para recibir la paz eterna de Dios.


Comparte las buenas nuevas de Cristo con tus amigos

Si has experimentado una nueva vida en Cristo y has sido ungido con su Espíritu, te animamos a compartir este folleto con tus amigos y aquellos que aún no creen. Estaremos encantados de enviarte más copias si decides distribuirlas y te pedimos que ores por aquellos que las recibirán. Esperamos tu carta y, por favor, no olvides proporcionar tu dirección completa para que podamos hacerte llegar las copias.

WATERS OF LIFE
P.O. BOX 60 05 13
70305 STUTTGART
GERMANY

Internet: www.waters-of-life.net
Internet: www.waters-of-life.org
correo electrónico: info@waters-of-life.net

www.Waters-of-Life.net

Page last modified on July 14, 2023, at 05:40 AM | powered by PmWiki (pmwiki-2.3.3)