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6. El complot para matar a Pablo en Corinto y los nombres de sus compañeros de viaje durante su regreso a Jerusalén (Hechos 20:3b-5)

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HECHOS 20:3b-5
3b (…) Como los judíos tramaban un atentado contra él cuando estaba a punto de embarcarse para Siria, decidió regresar por Macedonia. 4 Lo acompañaron Sópater hijo de Pirro, de Berea; Aristarco y Segundo, de Tesalónica; Gayo, de Derbe; Timoteo; y por último, Tíquico y Trófimo, de la provincia de Asia. 5 Estos se adelantaron y nos esperaron en Troas.

Pablo levantó ofrendas en todas las iglesias de Macedonia, Grecia, Asia y Anatolia para ayudar a la iglesia perseguida en Jerusalén. Puedes leer sobre esto en (2 Corintios 8:16-24). El viaje a Jerusalén no parece solitario, sino en la compañía de ciertos hermanos que fueron elegidos. Fue acompañado por un delegado de cada una de las iglesias que él plantó.

Como los barcos no navegaban durante el invierno, a causa de las tormentas en el Mediterráneo, Pablo planeó viajar con sus compañeros por mar en primavera desde Corinto hasta Siria.

Sin embargo, los judíos de Corinto estaban resentidos y decididos a matar a Pablo por haberles causado el rechazo y la vergüenza ante el gobernador romano cuando se quejaron contra él y su acusación fue rechazada. Probablemente algunos de los que estaban decididos a matar a Pablo propusieron que lo asesinaran para robarle la gran cantidad de dinero que había recogido para el pueblo de Jerusalén. Pero Cristo guardó a su siervo y lo protegió de este malvado complot. Y cuando Pablo se enteró de esta maquinación, cambió inmediatamente sus planes, y decidió no viajar por mar, ya que podrían haber conspirado para matarlo en el mar con el fin de no dejar rastro de su crimen. Así pues, recorrió a pie el largo y fatigoso camino de cientos de kilómetros, que le llevó horas y meses, de vuelta a Éfeso. Así, Pablo y su grupo pasaron juntos todo el camino hacia Jerusalén.

Leemos al menos ocho nombres de los compañeros de viaje de Pablo. Al reflexionar en estos hombres nos da una idea sobre las condiciones de la iglesia en Grecia y Anatolia, y una imagen del resultado de la obra misionera de Pablo. Si tienes un mapa de Grecia y Asia Menor, míralo mientras lees esta lección, y verás las vastas zonas en las que el Evangelio y la iglesia estaban firmemente establecidos.

En primer lugar, leemos acerca de la iglesia de Berea en la que un padre fiel encomendó a su hijo Sópater en manos de Pablo como su compañero de viaje para llevar en nombre de los hermanos sus contribuciones a Jerusalén. Así, a pesar del rápido viaje de Pablo de Berea a Atenas, la iglesia de Berea no acabó con su partida, sino que creció, aumentó su fidelidad y se estableció en Cristo.

Desde la ciudad comercial de Tesalónica le acompañaban Aristarco y Segundo. El primero ya había sido compañero de viaje de Pablo en Éfeso. Fue uno de los dos jóvenes a los que la multitud agarró en el teatro, y quedó bajo la protección de Cristo. No abandonó a Pablo a pesar de esta experiencia, sino que completó el camino con él, le consoló en su largo y amargo encarcelamiento y le acompañó durante su viaje a Roma a pesar de los terribles peligros (Colosenses 4:10; Filemón 24).

De la iglesia en Filipos le acompañaba ahora el médico Lucas como representante de los creyentes de esta ciudad, pues a partir de (20:6) volvemos a leer los relatos de los Hechos de los Apóstoles en primera persona del plural "nosotros". De este modo, el médico evangelista inició su importante y largo viaje, durante el cual recopiló todos los detalles para su famoso evangelio y conoció a las personas sobre cuyos testimonios construyó el libro de los Hechos de los Apóstoles.

No sólo las iglesias de Grecia y Macedonia enviaron delegados y donativos a la iglesia de Jerusalén. Los creyentes de Anatolia y Asia también participaron en este viaje. Junto a Timoteo, el fiel colaborador de Pablo, leemos el nombre de Gayo de Derbe, lo que indica que la relación entre estas iglesias de Asia Menor y el apóstol nunca terminó a lo largo de tantos años.

De Éfeso vino el hermano Tíquico, que también acompañó a Pablo en su largo encarcelamiento. Fue un portador que entregó las epístolas a los Efesios, a los Colosenses y a Filemón. Este hombre siguió siendo compañero de viaje del apóstol a lo largo de los años desde Grecia hasta Jerusalén. Volvió a encontrarse con él en Roma como su servidor y escritor.

Leemos acerca de Trófimo, de Éfeso, que fue el motivo por el encarcelamiento del apóstol en Jerusalén, pues los judíos fanáticos afirmaban que Pablo había tomado a este joven gentil incircunciso y lo había llevado al templo.

El regreso de Pablo a Jerusalén fue como la procesión triunfal de Cristo, pues el apóstol venía con la ganancia del rico amor de Dios, acompañado de hombres fieles como representantes de los gentiles. No visitaron la Iglesia primitiva con muchas palabras vacías, sino que recogieron una considerable cantidad de dinero y se propusieron ponerla en el templo del Espíritu Santo que es la comunión de los santos.

ORACIÓN: Oh Señor Cristo, te damos gracias porque has elegido de todos los países a personas que te siguen en tu camino como el Cordero de Dios, y entregan sus cuerpos y a sí mismos como ofrenda agradable a Dios. Te pedimos que nos recibas junto con nuestros hijos, amigos y parientes, y que nos consagres a un servicio común eterno.

PREGUNTA:

97. ¿Cuál es el significado del gran número de compañeros de viaje de Pablo?

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