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Previous Lesson -- Next Lesson JUÁN - La Luz Resplandece En Las Tinieblas
Estudio en el Evangelio de Cristo según Juan
PARTE 1 - El Resplandor De La Luz Divina (Juán 1:1 - 4:54)
C - La Primera Visita De Cristo A Jerusalén (Juán 2:13 - 4:54) -- ¿QUÉ ES LA VERDADERA ADORACIÓN?
5. Curación del hijo del funcionario de la corte (Juán 4:43-54)JUÁN 4:43-46a Jesús y sus discípulos predicaron en Samaria. Evangelizaron con el poder de la vida eterna y con alegría. No había llegado el momento de alcanzar a las naciones; primero tenía que vencer a los espíritus malignos en su patria. Fue directamente a Galilea, a pesar de las burlas de los nazarenos y de los riesgos de violencia. Sus amigos y parientes no creían aún en su divinidad, pues era de familia humilde. Buscaban la riqueza y la fama y despreciaban la pobreza de Jesús. A causa de esta desconfianza, no pudo obrar una señal entre ellos. La reputación de Cristo como sanador se extendió por todas partes. Las noticias de sus milagros realizados en Jerusalén y Galilea, le procedieron. Muchos galileos visitaron Jerusalén durante la Pascua. Oyeron y vieron todo lo que Jesús hacía y decía, predicando con suma autoridad. Le aclamaban cuando llegaba a las aldeas galileas y esperaban verle hacer milagros entre ellos para obtener algún beneficio. Jesús volvió a la casa del esposo en Caná, donde la alegría de las bodas se había convertido en su lema, por así decirlo. Quería completar su servicio entre los que habían empezado a admirarle a causa de su primer milagro realizado en Caná. JUÁN 4:46b-54 Un importante funcionario de la corte del rey se acercó a Jesús, habiendo oído hablar de Él y de su autoridad. La gente de aquel pueblo se enteró de la llegada y dijeron: "Se acerca al Sanador para presentarle al rey". Este funcionario tenía un hijo enfermo en Capernaúm, a orillas del lago. El padre había probado con varios médicos, gastando una fortuna, pero no encontró cura para su hijo. Como último recurso, probó con Jesús; ¿podría ayudarle o no? El padre quería que Jesús saliera de Caná y lo acompañara a Capernaúm, esperando que con su sola presencia el hijo se curara. Jesús no hizo ningún aspaviento al saludar a este alto funcionario. Lamentó que el funcionario mostrara falta de fe. Jesús no puede ayudar a menos que un hombre crea de verdad en su inigualable persona. Muchos oran y creen mientras dudan al mismo tiempo, deseando una mera ayuda material. Un verdadero creyente en el Señor confía incondicionalmente en su Palabra, confiando antes de que llegue la ayuda. El funcionario no se molestó por la reprimenda de Jesús, sino que se humilló llamándole "Señor" y según el idioma griego significa considerarse siervo de Cristo. Su amor por su hijo, así como su respeto por Jesús, le llevaron a pedirle de nuevo a Jesús que viniera a Capernaúm para que le salvara la vida. Ante esto, Jesús discernió en el funcionario la voluntad de creer en su Señorío y le dijo: "Vuelve a casa, que tu hijo vive". Jesús declinó acompañar al funcionario e ir a Capernaúm, pero puso a prueba el amor del padre y estableció su fe. ¿Tenía confianza en la capacidad de Jesús para sanar a pesar de la distancia que los separaba del niño enfermo? En el transcurso de la conversación, el funcionario descubrió el carácter de Jesús y su amor. Tuvo la seguridad de que Jesús no mentía y no se burlaba de él. Ahora creía, aunque no podía ser testigo visual de la curación de su hijo. Obedeciendo a Jesús, emprendió el regreso a Capernaúm. Su obediente partida honró a Jesús y confirmó la curación. Si Jesús curó así al hijo moribundo, es más grande que todos. La curación demuestra su autoridad y su origen divino. El camino de vuelta fue en sí mismo una disciplina de confianza creciente. Jesús también había movido a los sirvientes de los funcionarios para que se apresuraran a ir hacia él y le anunciaran la completa curación de su hijo. Su ansiedad desapareció y alabó al Señor. Ansioso por estar seguro de la hora en que la fiebre había abandonado a su hijo, le dijeron que era justo después del mediodía, en el mismo momento en que Jesús había pronunciado la orden y la promesa de curación. Este funcionario dio testimonio a su familia con gratitud del poder del amor de Cristo. Este acontecimiento milagroso es la segunda señal que registra Juan. La influencia de Cristo penetró en la corte del rey. La gente esperaba con impaciencia los acontecimientos futuros. Creyendo que la fe en Cristo es el culto aceptable a Dios que lo confirma con señales y actos portentosos. ORACIÓN: Señor Jesús, te agradecemos por tu venida. Sanaste al muchacho moribundo en Capernaúm, aunque estuvo lejos de tu presencia corporal. Llevaste al padre a una fe firme en ti. Enséñanos a confiar en tu amor y tu poder. Oramos por la salvación de muchos muertos en el pecado y en las transgresiones y creemos que respondes a nuestras oraciones. PREGUNTA:
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