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COLOSENSES - Cristo en vosotros, la esperanza de gloria
Meditaciones acerca de la epístola del apóstol Pablo a la iglesia en Colosas
1. Presentación del escritor y su saludo de bendición (Colosenses 1:1-2)
Designado (nombrado) por la voluntad de Dios
Pablo había visto a Jesús en su gloria sobrenatural, en el camino cerca de Damasco y lo había experimentado como el Señor misericordioso, que no le exterminó por haber perseguido con fanatismo a los cristianos, sino que le perdonó y le envió como su siervo a los pueblos. Con esto reconoció el apóstol que entre Dios el Padre y Dios el Hijo no existe ninguna diferencia, sino que hay una total unión espiritual, que tienen la misma voluntad en completa armonía (Mateo 26:39.42; Juan 4:34; 5:19.20; 10:27-30; 14:9b-11 y otros).
Por eso testificaba Pablo que no era elegido ni enviado por hombres, tampoco dependía de ellos en su ministerio, sino que por voluntad de Dios y su bondadosa predestinación fue apartado y dotado con gran autoridad espiritual para predicar el evangelio (Hechos 13:2; Romanos 1:1; Gálatas 1:1. y otros). El era el embajador del Todopoderoso en humildad y debilidad física. En la cárcel se denominó como prisionero de su Señor (Efesios 3:1; 4:1; Filipenses 1:7.13) pero nunca como prisionero de los judíos o romanos. El se hizo su esclavo voluntariamente (Romanos 1:1) y le servía con total y continua obediencia (Hechos 16:6-8; 1.Corintios 9;16; 2.Corintios 12:7-10)
PREGUNTA:
- ¿Por qué Pablo podía decir que no era llamado y enviado por hombres, sino por Dios?