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Previous Lesson -- Next Lesson HECHOS - En La Procesión Triunfal De Cristo
Estudios sobre los Hechos de los Apóstoles
PARTE 1 - La Fundación De La Iglesia De Jesucristo En Jerusalén, Judea, Samaria Y Siria - Bajo el patronato de Pedro, guiado por el Espíritu Santo (Hechos 1 - 12)
A - El Crecimiento Y Desarrollo De La Iglesia Primitiva En Jerusalén (Hechos 1 - 7)
21. La defensa de Esteban (Hechos 7:1-53)
a) Una descripción de los días de los patriarcas (Hechos 7:1-19)HECHOS 7:17-19
b) Los días de Moisés (Hechos 7:20-43)HECHOS 7:20-29 Los falsos testigos se quejaron de que Esteban negaba a Moisés, lo rechazaba y malinterpretaba su enseñanza, lo que hizo que Esteban explicara la vida de Moisés con más detalle. Contó su opinión sobre el mediador del Antiguo Testamento de forma franca y extemporánea. En primer lugar, escuchamos la historia de la vida de Moisés cuando era un bebé. Su familia se convirtió en un pueblo numeroso, y los egipcios decidieron controlar la natalidad de los hebreos. Dijeron: "Si los dejamos, se multiplicarían y se harían más fuertes que nosotros. Y si no los esclavizamos, nos destruirían". En los problemas graves, Dios se acerca a los que creen en él. Los padres de Moisés lo escondieron cuando era un bebé en un lugar entre los juncos de las aguas poco profundas. El nombre "Moisés" significa "salvado” (o “sacado” de las aguas). Las olas de los problemas aumentaron drásticamente, pero en el punto de mayor intensidad, Dios salvó a su profeta previsto. El Altísimo utilizó a los de altos rangos para educar a Moisés. Ingresó a este joven en la familia del Faraón, donde recibió la mejor educación disponible en Egipto. También aprendió todos los secretos de la magia egipcia, los ritos de los muertos y la adivinación, pues en su juventud no era creyente, sino un hombre perverso como todos los demás. Cuando a partir de entonces supo que no era egipcio, sino hebreo, y que su pueblo estaba esclavizado y atormentado, intervino inmediatamente sin planearlo y mató a uno de los encargados de controlar y dominar a su pueblo esclavizado. Toda su educación no le sirvió de nada. Se encontró pensando en su capacidad para salvar a su pueblo mediante la violencia y el derramamiento de sangre. Este es el engaño de muchos. Quieren cambiar las situaciones por medio de engaños, fuerza y bombas, y entonces todos se apresuran a seguir a Moisés y se convierten en asesinos. En realidad, no cambian nada, pues no necesitamos nuevas condiciones, sino hombres regenerados. En la época de Jesús, los gobernantes de Israel mataron al Hijo del Hombre afirmando que al matarlo habían salvado a su pueblo. En realidad, los corazones se quedaron como estaban, debido a que el mundo no se reconcilia por medio de las guerras, la esclavitud y la injusticia, sino que empeora. Moisés supuso que sus compatriotas lo recibirían como libertador y lo harían rey. Pero cuando dos de sus parientes se pelearon y rechazaron su mediación, reconoció con inteligencia que todas las palabras de hermandad nacional eran mentira y que cada individuo se amaba a sí mismo. Moisés sintió el odio de sus parientes y se dio cuenta de su infidelidad hacia él al descubrir el asesinato a la autoridad esclavizadora. Así que huyó inmediatamente de Egipto al desierto, porque su nación lo había rechazado. Cristo también experimentó ese rechazo. Dios había querido salvar a su pueblo obstinado por medio de su Hijo, para que fuera liberado de la esclavitud del pecado, de la muerte y de Satanás, y encontrara la gracia en el Día del Juicio. Pero su pueblo no lo entendió. Rechazaron a Jesús como habían rechazado a Moisés, porque son el pueblo del rechazo, y de los corazones duros. ¿Y qué pasa con nuestra situación? ¿Somos más listos que los judíos? ¿Recibimos a Cristo, o también lo rechazamos? ¿No oímos hoy la voz del Espíritu Santo que nos llama? Moisés se convirtió en un refugiado entre los beduinos. Aprendió en los desiertos y en las tierras baldías la satisfacción, la humildad y el pastoreo. El pastoreo es una profesión dura, que requiere control, valor, paciencia y experiencia. Es posible que Moisés, durante esos años, aprendiera también el árabe, pues la lengua de Madián era una rama de las lenguas semíticas. Se casó con una muchacha madianita y tuvo dos hijos. Este matrimonio fue un matrimonio mixto entre los israelitas y los árabes celebrado por el mayor líder de Israel (Éxodo 18:1-7). ORACIÓN: Oh Señor, guárdame de mi propio mando, para que no busque salvarme a mí mismo ni ayudar a los demás con mi astucia. Deja que tu Espíritu renueve mi corazón, y que la sangre de Cristo me purifique de todos mis pecados. Ten piedad de nosotros, Señor, santifícanos y guíanos a la plenitud de tu salvación. PREGUNTA:
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