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COLOSENSES - Cristo en vosotros, la esperanza de gloria
Meditaciones acerca de la epístola del apóstol Pablo a la iglesia en Colosas

2. La oración de agradecimiento de Pablo y sus colaboradores por la iglesia en Colosas (Colosenses 1:3-8)

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La palabra verdadera del evangelio

Pablo declaró sus predicaciones acerca de Jesucristo, el crucificado y resucitado como “su” evangelio original (1.Corintios 9:16; 15:1; 2.Corintios 4:3; 10:14; 11:7; Gálatas 1:8 y otros). En sus días la palabra evangelio ya se usaba hace mucho. Cada anuncio especial de la casa del César se llamaba “evangelio”. Si había nacido un hijo del emperador como sucesor, o sus tropas habían logrado una victoria, en todos los centros se colgaban carteles y se proclamaba el acontecimiento con trompetas, para que todos se puedan gozar. Este “evangelio” del César no era una filosofía para discutir, sino un anuncio de una realidad histórica, que se podía recibir o rechazar. Jesús y sus apóstoles llenaron esta palabra griega con las promesas del Antiguo Testamento (compara Isaías 61:1 con Lucas 4:18) y testificaron emocionantes anuncios especiales del trono de Dios, que su único Hijo se hizo hombre en Belén y en la cruz, logró la victoria sobre el pecado, Satanás y la muerte. Estas no son teorías, sino realidades históricas, que no se deben discutir, sino aceptar. Desde el nacimiento de Cristo el evangelio corre por todo el mundo, para que el que cree se alegre, y se endurezca el que rechaza la victoria de Dios (Lucas 2:10).

Pablo llama a este evangelio la palabra de verdad. Para él los versículos y palabras de los evangelios, son realidades inquebrantables que no se pueden poner en dudas ni cuestionarlas. Estas palabras no se han falsificado, pues Dios mismo vela sobre su palabra (Jeremías 1:12). La palabra “verdad”,en Oriente significa también realidad y ley, y sirve como fundamento para la nación y todas las personas. Todas las filosofías, programas de partidos políticos, religiones y revelaciones de culturas son suposiciones y aspiraciones bien intensionadas , pero no son verdad. En la verdad del evangelio no hay mentira ni falsedad. Ella sigue siendo el fundamento de nuestra fe. Jesús mismo oraba y dijo a su Padre: “Tu palabra es verdad” (Juan 17:17b). Esta frase decisiva juzga todas las demás palabras y las declara autoengaño irreal.

Además Jesús testificó: “El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida” (Juan 5:24). El que lee y entiende este testimonio básico y genuinamente fundado, se da cuenta que la verdad del evangelio no sólo es correcta y auténtica, sino que es su poder, obrando en aquellos que ponen su fe y confían en su palabra de verdad.

Mediante su relación de fe con Jesús, los seguidores de Cristo son misericordiosamente rescatados del juicio final y trasladados de la muerte a la vida eterna. Esto no es filosofía, sino la nueva existencia espiritual que Cristo trajo a nuestro mundo.

ORACIÓN: Señor Jesucristo, te adoramos, porque nos has hablado la verdad real acerca de nosotros mismos y acerca de Dios tu Padre. Te alabamos por tu evangelio, el anuncio especial del cielo, lleno de poder y vida. Ayúdanos a leer tus palabras, entenderlas, memorizarlas y ponerla por obra, para honrarte y agradecerte por tu evangelio. Amén.

PREGUNTA:

15. ¿Qué significa la palabra “evangelio”?

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