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Previous Lesson -- Next Lesson HECHOS - En La Procesión Triunfal De Cristo
Estudios sobre los Hechos de los Apóstoles
PARTE 2 - Informes Sobre La Predicación Entre Los Gentiles Y La Fundación De Iglesias Desde Antioquía Hasta Roma - A Través Del Ministerio De Pablo, El Apóstol Comisionado Por El Espíritu Santo (Hechos 13 - 28)
A - El Primer Viaje Misionero (Hechos 13:1 - 14:28)
3. Predicación en Antioquía de Anatolia (Hechos 13:13-52)HECHOS 13:26-43 Pablo comenzó la parte principal de su discurso dirigiéndose muy cordialmente a los hijos de Abraham, y a los buscadores de Dios, y les testificó que el mensaje de salvación era enviado directamente a ellos. Todos los profetas, hasta Juan el Bautista, esperaban el cumplimiento de las promesas de Dios, pero la salvación se había cumplido, se había completado y estaba lista para realizarse en los oyentes. Pablo no se mordió la lengua sobre el rechazo a Jesús por parte de su nación, ni ocultó el injusto juicio del alto consejo de los judíos en Jerusalén, sino que calificó su motín, desobediencia e injusticia de ignorancia, y al mismo tiempo de culpa, crimen y gran transgresión, pues no obedecieron la voz del Espíritu Santo. El alto consejo, con su mal juicio, había cumplido lo que habían predicho los profetas, entregando a Jesús al gobernador romano, e incitando al pueblo a exigir que fuera crucificado hasta que el gobernador respondiera a la estruendosa voz de la nación. A Pablo le interesaba mucho demostrar a los oyentes que Jesús no murió como querían los judíos, sino que todo ocurrió exactamente según la profecía, pues nada ocurre en el mundo sino según la voluntad de Dios. La cruz nos muestra que los hombres se convirtieron en pecadores, a pesar de hacer la voluntad de Dios, pues siempre se oponen al amor de Dios. Sin embargo, la fuerza y el poder de Dios no expiraron cuando el pueblo mató al Salvador del mundo, sino que, particularmente a través de su muerte, el Altísimo, que resucitó a Jesús de la tumba, fue más que vencedor. Pablo mencionó cuatro veces en su discurso que la resurrección de Jesús es la gran obra de Dios. El que fue crucificado no murió como un criminal, sino que siempre estuvo en armonía con Dios, pues es santo, y el que continúa sin pecado no morirá jamás. La resurrección de Cristo de entre los muertos es la piedra angular del mensaje de Pablo. Él dio testimonio de que Jesús se apareció durante muchos días a sus discípulos, que son los testigos oculares de la verdad del cuerpo espiritual de Cristo. Sobre la base de la resurrección, Pablo aclaró a partir del Antiguo Testamento que Dios tiene un Hijo eterno, santo y glorioso. Así, Dios fue el Padre de Jesús. Siguió siendo fiel a él, lo sacó del sepulcro y lo resucitó en su gloria. David, el rey y profeta, escuchó todas estas sublimes profecías. Sin embargo, no las recibió para sí mismo. Su cuerpo permaneció en la tumba. Se desvaneció y volvió a su polvo natal. Así como Pedro confirmó en Pentecostés que las profecías (Salmo 16:10; Hechos de los Apóstoles 2:27) habían tenido su cumplimiento en Jesucristo, así Pablo testificó en Antioquía que es imposible que el Santo de Dios vea corrupción, pues su santidad no vio corrupción. Considerando que la vida y la santidad de Dios residían en el Hombre Jesús, el que había resucitado de entre los muertos era, al mismo tiempo, una fuente de todos los demás dones de Dios. Así, el apóstol dio testimonio de que Jesús vivo perdona nuestros pecados. Ningún hombre se justifica por cumplir la ley, sino que el que se aferra al Triunfante es justificado. Este aferrarse no significa otra cosa que la fe. Así que el que cree en Cristo es justificado y santificado, y vive para siempre. ¿Realmente te aferraste a él? Este evangelio requiere una decisión, ya sea para aceptar o rechazar; y tal decisión lleva a la salvación o a la dureza de corazón, a la vida eterna o a la muerte repentina. Pablo ya había predicado a muchos de sus oyentes que no creerían sus palabras porque les parecerían posibles. Sin embargo, esto es realmente lo que Habacuc, el profeta, predijo (Habacuc 1: 5) que Dios haría una gran obra más allá de la mente y el poder del corazón del hombre, que muchos no creerían lo que Dios realmente había hecho. Al final de la reunión, los gentiles conversos invitaron a Pablo y a Bernabé a volver el sábado siguiente y a contarles más sobre el mensaje de salvación, que había conmovido sus mentes y los había llenado de deseo. Algunos de los judíos y de los que temían a Dios les acompañaron a su casa, y hablaron con ellos durante largas horas sobre la salvación por la gracia, pues los apóstoles dejaron claro desde el principio que la gracia es el fundamento de la salvación, siempre que el evangelio no sea una ley legislativa que exija al hombre hacer cosas que por sí mismo no puede cumplir. Sin embargo, el evangelio nos da testimonio de la obra de Dios, quien nos ofrece el perdón, así como el poder y la vida de Cristo gratuitamente a todos los que creen en Jesús de todo corazón. ORACIÓN: Padre nuestro que estás en los cielos, te damos gracias porque resucitaste a tu Hijo Jesús de entre los muertos, y nos perdonaste por medio de él todos nuestros pecados. Establécenos en tu Hijo, y llena nuestras mentes con el mensaje de tu salvación para que podamos dar testimonio de tu poder, tu obra y tu triunfo. PREGUNTA:
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