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7. Falsos cristos (Mateo 24:23-26)

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MATEO 24:23-26
23 Entonces, si alguien les dice: “¡Miren, aquí está el Cristo!” o “¡Allí está!”, no lo crean. 24 Porque surgirán falsos Cristos y falsos profetas que harán grandes señales y milagros para engañar, de ser posible, aun a los elegidos. 25 Fíjense que se lo he dicho a ustedes de antemano. 26 »Por eso, si les dicen: “¡Miren que está en el desierto!”, no salgan; o: “¡Miren que está en la casa!”, no lo crean. (Deuteronomio 13:2-4, Lucas 17:23-24, 2 Tesalonicenses 2:8-9, Apocalipsis 13:13)

Los judíos creían que, en el tiempo señalado, Dios enviaría a su Mesías como Salvador, acompañado por huestes de ángeles para ayudarlos. Sin embargo, cuando él vino, se negaron a reconocer que Dios caminaba entre ellos. No solo lo rechazaron, sino que también crucificaron a su Hijo y rechazaron a su Espíritu Santo. Aun así, continuaron esperando al Mesías, y todavía esperan hoy, sin darse cuenta de que ya ha venido. Pronto vendrá de nuevo con gran poder y gloria, apareciendo como un relámpago en el cielo. Debemos mantenernos despiertos, atentos, y evitar las trampas del Anticristo, quien será un impostor engañoso y un terrible hijo de Satanás. No aceptamos otro Señor que no sea Jesucristo, quien resucitó de entre los muertos, está sentado a la derecha de Dios, y viene pronto en las nubes del cielo.

Sabiendo que su tiempo es limitado y que el mundo se apresura hacia su fin, el diablo envía a sus profetas engañosos, hábiles mensajeros y convincentes "cristos" (en realidad anticristos) para engañar a las naciones (1 Juan 2:18). Desde la muerte de Cristo en la cruz, cientos de falsos profetas y mensajeros del maligno han venido, afirmando ser ungidos por Dios como salvadores del mundo. Sin embargo, se amaron a sí mismos y aceptaron adoración. Permitieron que sus imágenes y estatuas infladas se colocaran en las calles para que las multitudes los glorificaran y adoraran en lugar de glorificar y adorar a Dios. Hitler hizo esto en Alemania al exigir que su pueblo gritara: "La salvación es por Hitler". Esta misma arrogancia fue mostrada por Stalin en Rusia cuando reemplazó íconos religiosos en los hogares con su retrato. Mao Tse Tung, considerado por millones de chinos como el sol brillante del este, también insistió en ser adorado. Lo extraño es que estos líderes, quienes se oponían violentamente a la religión, crearon su propia religión de la personalidad y la mezclaron con el poder opresivo del Estado. A pesar de su tremendo poder y abuso de este, no pudieron detener al Espíritu de Cristo, quien era manso y humilde, y lideraba sin la violencia de la espada. Él no exterminó a sus enemigos, sino que quitó sus pecados y los venció con su santo amor.

El verdadero Cristo es el crucificado y rechazado. Él es quien cambia los corazones y nos reconcilia con Dios. Invita a sus seguidores al reino de su amor. El falso cristo hace lo contrario. Endurece los corazones haciendo que las personas defiendan su propia justicia y falsa bondad. Niega la divinidad de Jesucristo, sustituyendo la fe en el moderno superhombre humanista. Invita a sus seguidores a un reino de pecado y muerte. (1 Juan 2:22-25, 4:1-5).

Cristo dijo tres veces: "Tengan cuidado" con los falsos cristos. Los engañadores te dirán que confíes en ti mismo. Sin embargo, el Cordero de Dios es el único que perdona pecados y da vida eterna a quienes creen en él y se adhieren a él. Ten cuidado, especialmente con el Anticristo, quien es el principal de los impostores. Él unificará al mundo entero y trabajará para armonizar y unificar las religiones en un sistema astutamente engañoso. Pronto aparecerá, pues el mundo se ha estado preparando para recibirlo en todos los sistemas de operación: económico, religioso, tecnológico, etc. No te desanimes; recuerda que el gran impostor debe venir poco antes del verdadero Cristo.

ORACIÓN:Padre, te damos gracias porque nos diste un nuevo nacimiento espiritual por la sangre del Amado a través del poder de tu Espíritu Santo. Nos hiciste dignos de tu reino. Mantennos en humildad para que nos aferremos a la cruz y no creamos en la bondad natural del hombre. Cierra nuestros oídos para que no escuchemos las insinuaciones del Anticristo y sus mensajeros. Concédenos permanecer en tu amado Hijo junto con todo tu pueblo elegido.

PREGUNTA:

219. ¿Quién es el Anticristo? ¿Cuáles son sus características y obras?

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