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3. Cuídense de que nadie los engañe (Mateo 24:4-5)

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MATEO 24:4-5
4 —Tengan cuidado de que nadie los engañe —les advirtió Jesús—. 5 Vendrán muchos que, usando mi nombre, dirán: “Yo soy el Cristo”, y engañarán a muchos. (Juan 5:43, 8:44, 1 Juan 2:18-25)

Los discípulos habían preguntado respecto a su predicción: "¿Cuándo sucederá eso?" (v. 3). Cristo no les dio una respuesta sobre el número de días o años hasta su cumplimiento, diciendo que no les correspondía conocer el tiempo. Pero también habían preguntado: "¿Cuál será la señal?" Esa pregunta sí la respondió ampliamente, porque tenemos derecho a entender las señales de los tiempos. Cristo también advirtió a sus discípulos sobre las tentaciones y las apostasías venideras. Satanás es el enemigo de Dios, quien, junto con sus falsos profetas y falsos cristos, busca separar a todos los hombres de su Creador.

Satanás odia a Dios y a su Cristo. Llena de su espíritu desobediente y contrario a todos los que no siguen a Jesús. El maligno quiere impedirles entrar en el reino de Dios, por lo que los inspira con pensamientos asombrosos y los conduce a actividades pecaminosas, convenciéndolos de que pueden redimir el mundo con sus propias capacidades. Por lo tanto, se niegan a arrepentirse, pensando que no necesitan arrepentimiento ni renovación. El engaño de Satanás los hace confiar en su propia bondad o en algo externo, como la ciencia o la tecnología.

El deseo más importante del creyente no debería ser conocer el futuro, sino estar lleno del Espíritu de Dios para evitar pensamientos impíos. El Espíritu del Señor crea en ti arrepentimiento, fe, humildad y paz. Sin embargo, el espíritu de Satanás aparece de muchas formas: orgullo, confianza en uno mismo más que en Dios, planear al margen de Dios, desprecio por los demás, mentiras, impureza, resentimiento, amargura y venganza. Algunos de los frutos más destructivos del espíritu de Satanás se encuentran en la hipocresía, donde alguien finge bondad aunque su corazón esté lleno de malicia.

Busca la influencia de Satanás al examinar diversas filosofías, religiones y sectas. Si proponen que las personas pueden establecer un paraíso humano mediante la justicia propia y las buenas obras, entonces reconoce que son falsos cristos. No los sigas, sino mira la cruz, donde verás la prueba de que todo hombre es corrupto y necesita un Salvador. No podemos salvarnos de nuestra naturaleza humana por nuestro propio poder. No dependas de ningún líder terrenal, porque Jesús ya te ha salvado. él vendrá en una nube resplandeciente, con gran gloria, y verás las marcas de los clavos en sus manos. No escuches a ningún maestro religioso que no te guíe al Hijo de Dios crucificado; porque solo en Cristo Jesús descansa nuestra esperanza.

ORACIÓN: Padre, Hijo y Espíritu Santo, único y verdadero Dios, te glorificamos y nos regocijamos porque Cristo nos ha salvado y el Espíritu de verdad nos consuela. Tú nos adviertes sobre tentaciones engañosas y doctrinas desviadas, y nos permites permanecer firmes en Jesús, nuestro único Salvador. Concede a todos nosotros el don del discernimiento para que no sigamos a falsos profetas ni abandonemos a Cristo. Tú eres santo y puro. Quieres santificar nuestros pensamientos, mentes, palabras y obras para que el Padre y el Hijo sean glorificados a través de nuestra conducta recta, que nos es otorgada por gracia.

PREGUNTA:

214. ¿Por qué Cristo evitó las preguntas de sus seguidores sobre el tiempo de su segunda venida?

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