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Previous Lesson -- Next Lesson MATEO - ¡Arrepiéntanse, Porque El Reino De Cristo Está Cerca!
Estudios sobre el Evangelio de Cristo según Mateo
PARTE 3 - EL MINISTERIO DE JESÚS EN EL VALLE DEL JORDÁN DURANTE SU VIAJE A JERUSALÉN (MATEO 19:1 - 20:34)
4. Cristo ama y bendice a los niños pequeños (Mateo 19:13-15)'''MATEO 19:13-15 Las madres llevaban a sus hijos a Cristo en busca de su bendición. Sus pequeños tenían una verdadera necesidad de acercarse a Cristo y recibir su bendición, pues todo recién nacido lleva en sí la semilla del pecado heredada de sus ancestros. Ningún niño es justo en sí mismo, aunque aún no haya caído en la tentación. Es cierto que en los ojos de los más pequeños encontramos la inocencia y la felicidad originales que brillan en sus corazones, pero cuando juegan con otros, aparecen señales de egoísmo creciente en su ira, orgullo y antipatía. Por eso Cristo dice: “Dejen que los niños vengan a mí; no se lo impidan”, porque necesitan la salvación. ¡Qué ancho es el mar de gracia que fluye de estas palabras hacia el mundo infantil! Los creyentes adultos abren escuelas dominicales, las madres oran con sus pequeños, y maestros fieles los guían hacia el Salvador. Todos los niños necesitan el perdón y la renovación de Cristo. Sin su gracia, ningún niño es santo. Pero los niños tienen el privilegio de creer en Cristo por sí mismos. Pueden confiar en las palabras de quienes les muestran y les hacen sentir el amor de Cristo. Cristo sería glorificado si todos los hombres sembraran el amor de Dios en sus hijos desde la infancia. Lo que las madres enseñan a sus hijos de la Biblia y lo que les hablan sobre Cristo es el mayor tesoro, más valioso que todos los diplomas y títulos. Aquellos que glorifican a Cristo al acercarse a él deberían glorificarlo aún más trayendo todo lo que poseen, o sobre lo que tienen influencia, hacia Él. Así le dan el honor de sus insondables riquezas de gracia y su plenitud desbordante e inagotable. Llena tu casa con la Palabra de Dios y enseña a tus hijos las Escrituras, pues Cristo compró para ellos el derecho al cielo con su propia sangre. Después de habernos reconciliado con Dios, todos los hombres tienen una parte en el cielo y el privilegio de llamar al Creador “Padre nuestro”, porque todos somos sus hijos. Bienaventurado eres si te aferras a este privilegio, pues sentirás a Cristo poniendo su mano sobre tu cabeza para bendecirte. Los discípulos reprendieron a las madres de los niños y se opusieron a que los llevaran a Jesús, pensando que tal bendición era innecesaria. Es un consuelo saber que Cristo tiene más amor y ternura en él que el mejor de sus discípulos. Aprendamos de él a no desanimar a las almas bien intencionadas en su búsqueda de Cristo, aunque sean débiles. Si Jesús no quiebra la caña quebrada, nosotros tampoco deberíamos hacerlo. Aquellos que buscan acercarse a Cristo deben considerar extraño encontrar oposición y reproches, especialmente si provienen de hombres buenos que creen conocer mejor que ellos la mente de Cristo. ORACIÓN: Padre celestial, te agradecemos porque nos has llamado tus hijos y porque tu Hijo nos compró con su muerte el derecho a la adopción. Enséñanos a transmitir este privilegio a todos los niños con los que tenemos contacto, mediante nuestras palabras y acciones, para que no seamos un tropiezo para ellos, sino una guía hacia ti. Te pedimos que inspires a las madres y a los maestros para que enseñen a los niños con sabiduría y sinceridad acerca de tu santo nombre paternal. PREGUNTA:
PRUEBAEstimado lector:
Te animamos a completar con nosotros el examen de Cristo y su Evangelio para que recibas un tesoro eterno. Esperamos tus respuestas y oramos por ti. Nuestra dirección es: Waters of Life Internet: www.waters-of-life.net |