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l) Primera predicción de Jesús sobre su muerte y resurrección (Mateo 16:21-28)

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MATEO 16:27
27 Porque el Hijo del hombre ha de venir en la gloria de su Padre con sus ángeles y entonces recompensará a cada persona según lo que haya hecho. (Mateo 13:40-43, Romanos 2:6)

Cristo te dice que no hay escapatoria del juicio de Dios. El Hijo de Dios vendrá como el Hijo del hombre en la gloria de su Padre celestial para juzgar al mundo. Por segunda vez, Cristo proclamó ante sus discípulos la revelación de su venida en la gloria y magnificencia del cielo (Mateo 13:40-43). Este acontecimiento es el propósito de toda la historia de la humanidad. Entonces, ¿quién se está preparando para encontrarse con Él? No reprimas tu conciencia diciendo: "Todavía hay tiempo, el juicio está lejos". Hermano y hermana, que quede claro que tu relación con Dios no está limitada por el tiempo ni por la cercanía de la muerte. Si murieras hoy, ¿cómo estarías ante Dios?

Nuestras obras son corruptas y no suficientes para justificarnos. ¿Qué presentarías ante el Juez eterno? Te presentarás desnudo y lleno de vergüenza. ¿Qué le dirás cuando estés ante Él? No podrás hablarle ni mirarlo. Él te reprochará y te dirá: “¡Apártate de mí, tú que practicas la iniquidad!” y serás lanzado al fuego del tormento eterno. Porque no te negaste a ti mismo ni tomaste tu cruz, ahora recibirás tu castigo multiplicado.

Pero si seguiste a Cristo tomando tu cruz y confesando tus pecados, escucharás la voz reconfortante del Hijo de Dios diciendo: “Sí, malvado, originalmente eres un pecador, pero has confesado todos tus pecados y has creído en mi redención. Tus pecados son perdonados debido a tu fe en mí. Yo te he aceptado y ahora habito en ti, y mi poder ha transformado tu muerte en vida y verdad”.

Nuestro Señor Jesús vendrá como juez santo para otorgar recompensas y castigos que superan infinitamente cualquier acción realizada por un gobernante terrenal. Todos serán recompensados, no según sus logros en este mundo, sino según lo que fueron y lo que hicieron. En ese día, la traición de los rebeldes será castigada con destrucción eterna, y la perseverancia de los siervos fieles será recompensada con la corona de vida.

Entonces, ¿cuál es tu actitud ante el juicio final? ¿Has sido crucificado con Cristo y ahora Él mora en ti? ¿O sigues extraviado y perdido en este mundo, condenado a muerte y destrucción?

ORACIÓN: Oh Cristo, por favor, ayúdame a besar tus pies, porque tú me besaste cuando era un pecador, me purificaste y me santificaste gratuitamente para que no entre en juicio ni en el fuego, gracias a tu gran amor y tu muerte en mi lugar. Acepta mi vida y todo lo que tengo en agradecimiento por tu redención, para que, guiado por el Espíritu Santo, pueda contar a mis amigos acerca del juicio venidero y tu salvación, y así ellos también puedan ser salvados de las llamas del fuego a través de la fe en ti.

PREGUNTA:

157. ¿Cómo podemos escapar del juicio venidero del Hijo del hombre?

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