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f) El rechazo de Jesús en Nazaret (Mateo 13:54-58)

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MATEO 13:54-58
54 Al llegar a su pueblo, comenzó a enseñar a la gente en la sinagoga. —¿De dónde sacó este tal sabiduría y tales poderes milagrosos? —decían maravillados—. 55 ¿No es acaso el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María y no son sus hermanos Santiago, José, Simón y Judas? 56 ¿No están con nosotros todas sus hermanas? Así que, ¿de dónde sacó todas estas cosas? 57 Y se escandalizaban a causa de él. Pero Jesús les dijo: —En todas partes se honra a un profeta, menos en su tierra y en su propia casa. 58 Y por la falta de fe de ellos, no hizo allí muchos milagros. (Marcos 6:1-6, Lucas 4:16-30, Juan 6:42; 4:44)

Cristo subió a Nazaret, la ciudad de su infancia, para llamar a su gente al reino de los cielos. Se reunió con ellos en la sinagoga, donde solía sentarse a meditar. Pero ahora testificaba por sí mismo, ante el pueblo asombrado, que era el portador del Espíritu del Señor, y que era el Mesías esperado y prometido (Lucas 18:4-19). Jesús enseñaba en contra de los comentaristas tradicionales, porque el poder de Dios habitaba en él. Los corazones se estremecían y la gente se confundía, porque el Espíritu del Señor les reprendía en sus corazones y sentían la presencia y el llamado del Santo.

Pero sus mentes no se sometieron a Jesús, porque Jesús nunca asistió a los seminarios teológicos de Jerusalén, ni obtuvo ningún título de maestros de la Ley y eruditos, ni se presentó ante ellos con un saco lleno de oro. Su familia era humilde, ni rica ni educada, sino pobre y sencilla. Su padre adoptivo, José el carpintero, murió pronto. Por eso, la gente notable de la ciudad no se sometía a él. Su arrogancia y orgullo por sus propias familias de clase alta les impedía creer en él.

Leemos en este pasaje los nombres de los hermanos y hermanas de Jesús. Algunos comentaristas dicen que eran primos de Jesús, o hermanos adoptivos. El evangelista Mateo no escribió nada sobre este tema, pero testificó que Jesús tenía, al menos, cuatro hermanos y tres hermanas que probablemente estaban casados.

Los hermanos de Jesús fueron instigados por los espías del Alto Consejo de Jerusalén. En una ocasión, afirmaron ante las multitudes que su hermano, Jesús, estaba loco. Incluso intentaron detener su ministerio para salvaguardar su vida de los fundamentalistas y extremistas. Cristo no encontró fe ni amor en sus amigos y parientes, aunque ninguno de ellos pudo jamás acusarlo de pecado alguno, pues si hubieran podido, lo habrían hecho. Cristo vivió desde su infancia con plena pureza y mansedumbre.

Después de la reunión, algunos pobres y despreciados se acercaron a él, y él los curó para mostrarles su fuente divina. Sin embargo, donde no hay fe, Cristo no puede obrar ni liberar. ¿Le impedirías, con tu incredulidad, extender su reino en tu ciudad? ¿Por qué no te sometes a él completamente y lo honras con fe y amor constantes?

ORACIÓN: Señor Jesús, nuestro misericordioso Salvador, tú ganaste nuestros corazones con tu amor, y ellos están voluntariamente sometidos a ti. Por favor, crea en nosotros una fe permanente, para que tu reino pueda ser construido a través de nosotros, los débiles. Ayúdanos a no impedir el crecimiento de tu reino en nuestro entorno, sino a obedecerte junto con todos tus seguidores en nuestra nación.

PREGUNTA:

138. ¿Cuáles son los nombres de los hermanos de Jesús y cuántas eran sus hermanas, según el texto del evangelio escrito por Mateo?

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