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g) De la blasfemia contra el Espíritu Santo (Mateo 12:22-37)

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MATEO 12:31-32
31 Por eso digo que a todos se les podrá perdonar todo pecado y toda blasfemia, pero la blasfemia contra el Espíritu no se le perdonará a nadie. 32 A cualquiera que pronuncie alguna palabra contra el Hijo del hombre se le perdonará, pero el que hable contra el Espíritu Santo no tendrá perdón ni en este mundo ni en el venidero. (Marcos 3:22-30, Lucas 12:10, 1 Timoteo 1:13, Hebreos 6:4-6; 10-12)

Cristo distingue entre pecados. Él considera la incredulidad de Capernaúm más inmunda que la sodomía de Sodoma. Además, declara que el pecado contra el Espíritu Santo es el mayor pecado contra la gloria de Dios y no puede ser perdonado.

Todo pecado contra Cristo, su iglesia, los hombres o nosotros mismos será perdonado por la gracia de Dios, si fue cometido sin intención y precipitadamente, como el pecado de Saulo antes de su conversión. Saulo había encarcelado a los seguidores de Cristo y los había obligado a apostatar. Cristo mismo se le apareció en el camino y le dijo: "Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?" Todo pecado cometido antes de que el Espíritu Santo habitara en ti es perdonable. En la cruz, Cristo oró por sus asesinos diciendo: "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen." Dios no destruyó a los judíos por crucificar a Cristo, sino por rechazar la obra del Espíritu Santo después, y por despreciar continuamente las enseñanzas de los apóstoles. Rechazaron intencionalmente al Espíritu de Dios, aunque las obras de Cristo eran tan claras y evidentes que la gente sencilla podía reconocerlas. Quien afirma que la obra de Cristo es satánica demuestra su malicia y rencor, pues Cristo es amor, mansedumbre y pureza. Llamarlo endemoniado es una prueba de que quien lo dice está poseído, ya que el espíritu del diablo siempre blasfema contra la unidad de la Santísima Trinidad.

En Marcos 3:28 y Lucas 12:10, Cristo habla de aquellos que blasfeman contra Él. Cuando estuvo en la tierra, lo llamaron “borracho”, “engañador”, “blasfemo”, y otros términos similares. Los líderes religiosos estaban llenos de prejuicios contra Él e imaginaban maldad en todo lo que hacía. La prueba de su misión divina no se completó hasta después de su ascensión. Por lo tanto, al arrepentirse, fueron perdonados. Algunos de ellos, que habían sido sus traidores y asesinos, se convencieron después del derramamiento del Espíritu Santo.

Sin embargo, si después de ser tocados por los dones internos de revelación del Espíritu Santo, continúan blasfemando contra Él, no hay esperanza de que lleguen a creer en Cristo.

Quien se opone al Espíritu Santo y endurece su corazón contra su voz misericordiosa no recibirá perdón. La Epístola a los Hebreos advierte sobre este endurecimiento, diciendo: “Si ustedes oyen hoy su voz, no endurezcan sus corazones” (Hebreos 4:7). Mientras Dios se revela en el evangelio con la influencia de su Espíritu, solo puedes elegir entre dos cosas: rechazarlo o rendirte a Él. ¿Te has rendido completamente a Jesús?

ORACIÓN: Señor Jesús, gracias por amar a tus enemigos y llamarlos a ti. Te alabo porque me amas, aunque soy pecador por naturaleza. Tú perdonaste todos mis pecados y me ungiste con tu Espíritu Santo. Guárdame de endurecerme contra la morada y las intenciones de tu Espíritu consolador, y protégeme de la apostasía o la blasfemia. Me entrego completamente a ti y me regocijo con todos los santos, confiando en tu preciosa sangre. Por favor, libra a nuestros amigos y vecinos de la dureza de sus corazones y guíalos al arrepentimiento, a la fe y a la vida eterna en el Espíritu Santo.

PREGUNTA:

125. ¿Cómo se nos protege del pecado contra el Espíritu Santo?

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