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2. El nacimiento y el nombre de Jesús (Mateo 1:18-25)

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MATEO 1:24-25
24 Cuando José se despertó, hizo lo que el ángel del Señor le había mandado y recibió a María por esposa. 25 Pero no tuvo relaciones conyugales con ella hasta que dio a luz un hijo, a quien le puso por nombre Jesús. (Lee Lucas 2:1-20)

José creyó en las palabras del ángel y, sin demora, tomó a su amada esposa, evitando cualquier sospecha en su mente y confiando en la visión divina. Con este paso de fe, se hizo digno de ser reconocido entre los héroes ideales de la fe.

Aunque la orden del ángel contradecía su juicio y sus planes anteriores, José obedeció sin discutir. Tomó a su esposa, siendo fiel a la visión celestial. No es usual recibir indicaciones tan extraordinarias, pero Dios continúa mostrando su dirección a través del Espíritu Santo: mediante la oración, su Santa Palabra, señales de la providencia, debates de conciencia y el consejo de seguidores piadosos de Jesús. En cada uno de estos, siempre deben aplicarse las reglas generales de la Palabra escrita. En todos los pasos de nuestra vida, especialmente en momentos como el de José, necesitamos buscar la dirección de Dios.

María guardó silencio sobre el anuncio divino y su extraña situación. Oró, creyó y confió en Dios, quien era responsable de ella. El Señor escuchó su confianza y respondió gloriosamente a la lucha en su corazón. José la aceptó con todo respeto y la mantuvo virgen hasta que dio a luz al Hijo de Dios, el muy favorecido.

Mateo escribió brevemente sobre el nacimiento de Jesús. Aunque el público no consideró insignificante el mayor acontecimiento de la historia de la humanidad, este ocurrió sin ruido ni propaganda. Él nació en un establo, ocultando todos los poderes y cualidades de Dios en este gran evento, excepto uno. La multitud de ángeles se regocijó al ver la unión del Creador y las criaturas. Mientras tanto, todos los demonios rechinaban los dientes, ya que el Vencedor había llegado para arrebatarles el botín de sus garras y condenarlos.

primogénito el cumplimiento de la promesa del ángel y llamó al recién nacido "Jesús". Fue obediente a las indicaciones de Dios, a pesar de las costumbres seguidas por su familia.

Con el nacimiento de Jesús, comenzó una nueva era. Desde entonces, el mundo no se hundió bajo el yugo de la ley, el juicio inevitable y la ira de Dios. Comenzó la era de la gracia, y Dios vino a los hombres para salvarlos y santificarlos, apartados de las obras de la ley y del esfuerzo humano. Recibimos la abundante gracia de Dios. ¿Sabías que, desde la venida de Jesús, todos los estatutos de las religiones del mundo, incluyendo sus condiciones, rituales, disposiciones y leyes, fueron anulados porque Dios envió su ayuda gratuitamente?

ORACIÓN: Te glorifico y alabo, Padre, Hijo y Espíritu Santo, Dios único, por la gran redención que has hecho. Te adoro a ti y a tu Hijo en el espíritu de tu amor. Me regocijo porque viniste a mí en mi impureza. Por favor, abre los ojos de las personas a mi alrededor para que puedan ver tu gracia, tu bondad, tu compasión y tu presencia en nuestro Señor Jesucristo.

PREGUNTA:

20. ¿Cómo llegó José, el padre adoptivo de Jesús, a ser considerado uno de los héroes de la fe?

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