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Previous Lesson -- Next Lesson MATEO - ¡Arrepiéntanse, Porque El Reino De Cristo Está Cerca!
Estudios sobre el Evangelio de Cristo según Mateo
PARTE 1 - EL PERIODO PRELIMINAR EN EL MINISTERIO DE CRISTO (MATEO 1:1 - 4:25)
A – NACIMIENTO E INFANCIA DE JESÚS (MATEO 1:1-2:23)
2. El nacimiento y el nombre de Jesús (Mateo 1:18-25)MATEO 1:18 Desde joven, María, la virgen pura, guardó en su corazón la palabra de Dios. Sus alabanzas reflejan un profundo conocimiento del Antiguo Testamento y los profetas. El Espíritu Santo le inspiró un hermoso testimonio sobre la gloria, la sabiduría y las maravillas de Dios. María, como muchas jóvenes, esperaba que el matrimonio satisficiera el anhelo de su corazón, y por eso aceptó su compromiso con el carpintero. En el Antiguo Testamento, el compromiso se consideraba un acuerdo legítimo, por lo que José fue llamado "su esposo" (v. 19) y ella "su mujer" (v. 20). Cristo nació de una virgen que estaba comprometida:
De repente, el ángel Gabriel le comunicó que Dios mismo la había elegido para dar a luz un hijo por medio del Espíritu Santo. Esta noticia conmovió profundamente a la pura virgen, pero humilde y sumisamente creyó en la palabra de Dios. El embarazo no fue un acto carnal, ya que el Espíritu Santo es santo por naturaleza. Cualquier afirmación de que Dios tomó a María como esposa y tuvo un hijo con ella es una blasfemia imperdonable. La biología moderna no se opone a la posibilidad de que un niño nazca de una virgen sin un padre terrenal. Esto se conoce como clonación humana. Pero aquellos nacidos de nuevo por el Espíritu Santo reconocen este misterio y aceptan la verdad de la llegada de Jesús a través de la bendita Virgen María. María alabó a Dios por su glorioso plan. Sin embargo, esta situación la dejó perpleja. No esperaba que José creyera su historia, por lo que guardó silencio y confió en que Dios sería su testigo. Sufrió y oró, sabiendo que podría ser considerada una pecadora y morir apedreada según la ley de Moisés. Pero creyendo en Dios como su Salvador, confió en Él, y por su fe, logró lo imposible: que el Hijo de Dios se encarnara en su cuerpo. Por su gran fe, es glorificada por todos los siglos. La fe de María la posiciona como el último eslabón de la cadena de los héroes de la fe en la genealogía de Jesús. Podemos aprender mucho de ella. ORACIÓN:Te adoro, Dios eterno, porque a través del Espíritu Santo, engendraste a tu Hijo Jesús en la virgen María. No comprendo lógicamente este milagro, pero te adoro con alabanza y gratitud porque me has dado un nuevo nacimiento espiritual, permitiéndome entender quién eres tú, quiénes son tu Hijo y tu Espíritu Santo, y cuál es tu gran obra. PREGUNTA:
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