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Previous Lesson -- Next Lesson JUÁN - La Luz Resplandece En Las Tinieblas
Estudio en el Evangelio de Cristo según Juan
PARTE 2 - Jesús Es El Pan De Vida (Juán 5:1 - 11:54)
C - El Último Viaje De Jesús A Jerusalén (Juán 7:1 - 11:54) La Separación De Las Tinieblas Y La Luz
2. Curación del ciego de nacimiento (Juán 9:1-41)
c) Jesús se revela como Hijo de Dios al sanado (Juán 9:35–41)JUÁN 9:35-38 Hemos leído esta historia reconfortante. Cuando Jesús se enteró de la expulsión del hombre curado, lo buscó y lo encontró en su angustia. Este es el consuelo que tiene todo creyente, que ha sido separado de su familia y amigos por causa de Cristo. Si te encuentras en esta situación te aseguramos que Jesús escuchará tus gemidos y vendrá a ti en persona y no te dejará. No busques a la gente o te decepcionarás. Mira sólo a Jesús. No tienes esperanza ni en la tierra ni en el cielo sino en él. Él te ama. Entonces Jesús le hizo al joven la pregunta crucial: "¿Crees en el Hijo de Dios, que es también el Hijo del Hombre?". Esto muestra que Jesús era consciente de que el joven estaba familiarizado con partes del Antiguo Testamento y sabía por Daniel 7:13-14 que el Hijo del Hombre es el Juez del Mundo y el Hijo de Dios. Jesús le preguntaba esto para saber si el joven quería someterse a la majestuosidad del Hijo de Dios por el tiempo y la eternidad y no retrocedería. Ya había sentido que Jesús no era un hombre corriente y se dirigía a él como "Señor". Sin embargo, deseaba saber más sobre quién era el Hijo de Dios, para no adorar a un simple hombre, lo que sería idolatría. Ante esto, Jesús le dio una respuesta gloriosa: "Tú lo viste de antemano por la fe, antes de verlo por la vista, Yo soy; el Hijo de Dios que te habla". No se demoró más este joven en la entrega total a Jesús. Se inclinó ante él, como si dijera: "Señor, soy tuyo y tú eres mi rey, mi maestro y mi Señor. Tú eres el Amor encarnado, me rindo a ti voluntariamente, para ser tu esclavo en adelante". Hermano, ¿has discernido a Jesús, el Hijo de Dios, en forma humana? ¿Te has unido a él como creyente? ¿Lo has adorado como siervo? JUÁN 9:39-41 Cuando el joven se inclinó ante Jesús, no se le impidió hacerlo porque Jesús es digno de todo honor. Pero Jesús dijo que su venida traería el juicio a los soberbios y a los piadosos que se creían con criterio, pero no sabían nada de la verdad. Los ciegos y los pecadores se dieron cuenta y se arrepintieron y los fornicarios fueron limpiados. Jesús no juzgó a los no arrepentidos; ellos se juzgaron a sí mismos por rechazar su salvación. Habían recibido algo de luz en el pasado a través de los profetas y las evidencias bíblicas. Pero si se oponen deliberadamente a la predicación de Jesús, perderán el resto de la iluminación que estaba disponible. Se convertirían en ciegos, duros de corazón, tercos y viles asesinos. La venida de Cristo y su predicación tienen dos resultados: Salvación o condenación, bendición o maldición. ¿Cuál es el resultado en tu corazón? Entre la audiencia de Cristo había fariseos, que sentían que Jesús los estaba marcando con sus palabras. Preguntaron: "¿Estamos ciegos?". Jesús traspasó su hipocresía diciendo: "Si se vieran realmente ciegos y apenados por su estado espiritual, se habrían arrepentido de sus pecados ante Juan el Bautista y habrían abandonado sus pecados; entonces habrías recibido el perdón y la bendición. Pero se engañan a sí mismos y pretenden entenderlo todo, pensando que son justos. Pero con tal jactancia demuestran su ceguera y dureza de corazón. No obtendrán ni un solo resplandor de la luz del mundo". ORACIÓN: Señor Jesús, tú eres el Hijo de Dios en forma humana. Te adoramos y nos rendimos a ti ahora y siempre. Estamos a tu disposición con nuestras energías y bienes. Te rogamos que perdones y santifiques nuestros corazones para que ningún pecado, por mínimo que sea, nos separe de ti. PREGUNTA:
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