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3. Visita y adoración de los magos (Mateo 2:1-11)

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MATEO 2:5-6
5 —En Belén de Judea —le respondieron—, porque esto es lo que ha escrito el profeta: 6 “Pero tú, Belén, en la tierra de Judá, de ninguna manera eres la menor entre las principales ciudades de Judá; porque de ti saldrá un príncipe que será el pastor de mi pueblo Israel”. (Miqueas 5:2)

El rey Herodes obtuvo información acerca del lugar de nacimiento de Jesús y de su futura obra. Los eruditos judíos sabían que Cristo nacería en Belén, la ciudad de David en Judea. Hace mil años, Dios le había prometido al rey David que uno de sus hijos viviría para siempre (siendo Dios su verdadero padre) y que su reino no tendría fin. El profeta Miqueas confirmó esta promesa dada a David, al revelar que Jesús no apareció por primera vez como un niño en Belén, sino que había tenido múltiples manifestaciones desde la eternidad pasada (Miqueas 5:2). Jesús ha existido eternamente y su capacidad de gobernar, así como su reino celestial, nunca terminarán. ¡Es sorprendente!

Los principales sacerdotes y escribas no revelaron a Herodes la última parte de la profecía, ya que confiaban en que el Mesías los liberaría de la opresión romana y la tiranía de Herodes. Ellos afirmaban: "Sí, nacerá un rey que unificará las tribus divididas de Israel y las gobernará como el Altísimo".

Belén, una pequeña ciudad entre colinas, a seis kilómetros al suroeste de Jerusalén, no era fértil debido a la presencia de caliza en el suelo, lo que impedía retener el agua, dejando la capa superior del suelo seca. Se la llamaba Belén de Judea para distinguirla de otra ciudad del mismo nombre en la tierra de Zabulón (Josué 19:15). Belén, en hebreo, significa "casa del pan". Este lugar fue el más adecuado para su nacimiento, siendo Jesús el verdadero maná, "el pan que baja del cielo", dado “para que el mundo viva". Quien viene a Él nunca tendrá hambre, y quien cree en Él nunca tendrá sed (Juan 6:35).

Observa cómo judíos y gentiles contrastan sus conocimientos sobre Jesucristo: los gentiles conocen el tiempo de su nacimiento por una estrella, los judíos conocen su lugar de nacimiento por las Escrituras, y así se informan mutuamente.

¿Te alimentas del pan de Dios? ¿Reside el Señor en ti y tu corazón es un pesebre para Él?

ORACIÓN: I Te agradezco, Señor Jesucristo, por saciar mi hambre de vida verdadera y mi sed de justicia. Tú me has revelado la esencia del amor de Dios. Por eso te amo, te agradezco y te ruego que me mantengas firme en tu vida eterna. Anima mi espíritu para que pueda alabarte y glorificarte eternamente.

PREGUNTA:

23. ¿Cuáles son las ideas más importantes de la profecía de Miqueas?

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